A la hora de elegir un destino para nuestro viaje, podemos tener en cuenta distintos factores. Pero ¿qué te parece visitar sitios que han sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO? En Argentina tenemos 11 destinos que han sido incluidos en esa lista.
La designación como Patrimonio de la Humanidad significa que estos lugares, además de ser relevantes como patrimonio cultural o natural del país, se consideran en el interés de la comunidad internacional y deben ser preservados para las futuras generaciones. El objetivo del programa de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) es catalogar, preservar y dar a conocer sitios de importancia cultural o natural excepcional para la herencia común de la humanidad.
Estos son los 11 destinos argentinos declarados Patrimonio de la Humanidad:
1. Parque nacional Los Glaciares (Santa Cruz)
Bien natural inscrito en 1981
«El Parque Nacional Los Glaciares es un sitio de excepcional belleza natural con impresionantes cimas recortadas y numerosos lagos glaciares, como el Lago Argentino, que tiene 160 kilómetros de longitud. En el extremo de este convergen tres glaciares que precipitan enormes icebergs en sus aguas heladas de color gris lechoso, en medio de un estrépito atronador».
2. Misiones jesuíticas guaraníes (Misiones)
Bien cultural inscrito en 1984.
«En el corazón mismo de la selva tropical están ubicadas las ruinas de cinco misiones jesuitas: San Miguel de las Misiones (Brasil), San Ignacio Miní, Santa Ana, Nuestra Señora de Loreto y Santa María la Mayor (Argentina). Construidas en territorio guaraní durante los siglos XVII y XVIII, estas misiones se caracterizan por su trazado específico y su desigual estado de conservación».
3. Parque Nacional Iguazú (Misiones)
Bien natural inscrito en 1984.
«En el corazón de este parque se halla la Catarata del Iguazú. Formada por un farallón basáltico semicircular de 80 metros de altura y 2700 metros de anchura, la catarata forma la frontera entre Argentina y Brasil y es una de las más espectaculares del mundo. Dividida en múltiples cascadas de las que emanan enormes brumas. La selva húmeda subtropical circundante alberga más de 2000 especies de plantas vasculares y la fauna característica de la región: tapires, osos hormigueros gigantes, monos aulladores, ocelotes, jaguares y caimanes».
4. Cueva de las Manos (Santa Cruz)
Bien cultural inscrito en 1999.
«La Cueva de las Manos del Río Pinturas alberga un conjunto excepcional de arte rupestre, ejecutado entre los años 13.000 y 9.500 a.C. La cueva debe su nombre a las huellas de manos estampadas en sus paredes con una técnica similar a la de impresión con plantilla. Además de estas figuras, la cueva posee numerosas representaciones de especies aún vivas de la fauna local, y más concretamente de guanacos (lama guanicoe). Los autores de las pinturas bien podrían haber sido los antepasados de las comunidades de cazadores-recolectores de Patagonia descubiertas por los colonizadores europeos en el siglo XIX».
5. Península Valdés (Chubut)
Bien natural inscrito en 1999.
«Situada en Patagonia, la Península Valdés es un lugar de preservación de mamíferos marinos de importancia mundial. El sitio alberga importantes poblaciones reproductoras de ballenas francas en peligro de extinción, así como de elefantes y leones marinos. Las orcas de la región practican una estrategia de caza única en su género, que es el resultado de su adaptación a las condiciones específicas del litoral».
6. Parques naturales de Ischigualasto y Talampaya (La Rioja y San Juan)
Bien natural inscrito en 2000.
«Estos dos parques contiguos se extienden por una superficie de más de 275.300 hectáreas en la región desértica que limita al oeste con las Sierras Pampeanas del centro de Argentina. Las seis formaciones geológicas de los parques albergan el conjunto continental de fósiles más completo del mundo correspondientes al Triásico, el periodo geológico que se inició unos 245 millones de años antes de nuestra era y finalizó unos 37 millones de años después. Los fósiles comprenden una amplia gama de antepasados de mamíferos, así como vestigios de dinosaurios y plantas, que ilustran la evolución de los vertebrados y las características de los paleoambientes del período Triásico”.
7. Manzana y Estancias Jesuíticas (Córdoba)
Bien cultural inscrito en 2000.
«La Manzana Jesuítica de la ciudad de Córdoba, que fue uno de los núcleos de la antigua Provincia Jesuítica del Paraguay de la Compañía de Jesús, comprende la universidad, la iglesia, la residencia de los padres jesuitas y el colegio Montserrat. Este conjunto y las cinco estancias jesuíticas de las sierras cordobesas albergan edificios religiosos y seculares ilustrativos de una experiencia religiosa, social y económica sin precedentes, que se llevó a cabo entre los siglos XVII y XVIII y duró más de 150 años».
8. Quebrada de Humahuaca (Jujuy)
Bien cultural inscrito en 2003.
«Este sitio se extiende a lo largo de un importante itinerario cultural, el Camino del Inca, que sigue el curso del Río Grande y su espectacular valle, desde su nacimiento en el altiplano desértico y frío de los Altos Andes hasta su confluencia con el Río Leone, unos 150 kilómetros más al sur. En el valle hay huellas importantes de su utilización como vía comercial importante desde 10.000 años atrás, así como de las actividades de grupos de cazadores-recolectores prehistóricos. También hay vestigios del imperio inca (siglos XV y XVI) y de los combates de los republicanos por la independencia de Argentina (siglos XIX y XX)».
9. Qhapaq Ñan, sistema vial andino (Catamarca, Jujuy, La Rioja, Mendoza, Salta, San Juan y Tucumán)
Bien cultural inscrito en 2014.
«Se trata de una vasta red viaria de unos 30.000 kilómetros construida a lo largo de varios siglos por los incas –aprovechando en parte infraestructuras preincaicas ya existentes– con vistas a facilitar las comunicaciones, los transportes y el comercio, y también con fines defensivos. Este extraordinario sistema de caminos se extiende por una de las zonas geográficas del mundo de mayores contrastes, desde las cumbres nevadas de los Andes que se yerguen a más de 6.000 metros de altitud hasta la costa del Pacífico, pasando por bosques tropicales húmedos, valles fértiles y desiertos de aridez absoluta.
La red viaria alcanzó su máxima expansión en el siglo XV, llegando a extenderse por todo lo largo y ancho de la cordillera andina. El nuevo sitio del patrimonio mundial, que consta de 273 componentes y se extiende a lo largo de más de 5000 kilómetros. Los componentes se han seleccionado para poner de relieve la importante función social y política de la red viaria; las obras maestras de arquitectura e ingeniería y las infraestructuras conexas dedicadas a las actividades mercantiles, el alojamiento y el almacenamiento de mercancías; y los sitios con un significado religioso».
10. Obra arquitectónica de Le Corbusier – Contribución excepcional al Movimiento Moderno (Buenos Aires)
Bien cultural inscrito en 2016.
«Repartidos en siete países, los 17 sitios integrantes de este bien del patrimonio mundial constituyen un testimonio de la invención de un nuevo modo de expresión de la arquitectura, en clara ruptura con sus formas anteriores. Las obras arquitectónicas de esos sitios fueron realizadas por Le Corbusier a lo largo de cincuenta años de ‘búsqueda paciente’, según sus propias palabras. El Complejo del Capitolio de Chandigarh (India), el Museo Nacional de Arte Occidental de Tokio (Japón), la casa del Dr. Curutchet en La Plata (Argentina) y la Unité d’Habitation de Marsella (Francia), entre otras construcciones, ponen de manifiesto las soluciones aportadas en el siglo XX por el Movimiento Moderno al reto de renovar las técnicas arquitectónicas para satisfacer las necesidades de la sociedad. Estas obras maestras del genio humano también constituyen un testimonio de la internacionalización de la arquitectura a escala planetaria».
11. Parque nacional Los Alerces (Chubut)
Bien natural inscrito en 2017.
«El Parque Nacional Los Alerces está localizado en los Andes del norte de Patagonia y su límite occidental coincide con la frontera chilena. Sucesivas glaciaciones han moldeado el paisaje de esta región creando espectaculares formas como morrenas, circos glaciales y lagos de agua cristalina. La vegetación está dominada por densos bosques templados, que ceden el paso a las más elevadas praderas alpinas bajo las cumbres de los Andes. El bien es vital para la protección de algunas de las últimas partes del Bosque continuo de la Patagonia en un estado casi prístino y es hábitat para numerosas especies de flora y fauna amenazadas».