Hay 400 argentinos en todo el país y 200 en la capital, Bangkok. Las aerolíneas reprogramaron sus vuelos varias veces y ahora las fronteras están cerradas.
De manera que, son miles de personas que están varadas en el exterior luego de que el Gobierno restringiera el ingreso al país por la pandemia de coronavirus. En Tailandia hay cerca de 400 argentinos desesperados por volver a sus casas. «Estamos atrapados sin salida y sin ayuda de ningún tipo», reclamaron.
Laura Andreacchio, periodista, es una de las 200 argentinas que hace semanas intenta, sin éxito, volver desde Bangkok a Buenos Aires para cumplir con la cuarentena obligatoria en su país, cerca de su familia.
El 5 de marzo Laura y su marido se fueron de luna de miel a Tailandia. «Cuando supimos de las medidas que empezaban a tomar en todo el mundo, lo primero que hicimos fue intentar hablar con la Aerolínea», relató. Inicialmente la pareja tenía boletos de regreso para este 31 de marzo, pero una semana antes, la compañía por la que iban a viajar canceló su vuelo.
La periodista contó que, en ese momento, intentaron viajar por distintas aerolíneas, pero su realidad era la de tantas otras personas que también querían regresar a sus casas. Las empresas priorizaban a los turistas que ya tenían boletos comprados con anterioridad, por lo que conseguir un vuelo se volvió una misión casi imposible.
«Conseguimos un pasaje con destino a Ezeiza, pero horas después salió el decreto que cerró las fronteras», relató Andreacchio.
Esos días se volvieron un paseo por las oficinas de las distintas compañías aéreas. Entre idas y vueltas, muchos consiguieron pasajes para volar a San Pablo. La embajada argentina les había recomendado que, ante la imposibilidad de regresar al país, se acercaran lo más posible. Pero poco antes de que lograran concretar el viaje, el Gobierno brasileño decidió cerrar las fronteras.
«Llevamos dos pasajes comprados y ninguna posibilidad de volver al país», resaltó Laura. Su historia es la de cientos de argentinos que aguardan una buena noticia y siguen activamente las novedades con la esperanza de que el Gobierno argentino les permita regresar a sus casas.