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La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) actualizó su análisis del impacto financiero de la nueva enfermedad en el sector del transporte aéreo en las últimas horas. La entidad estima ahora una baja de los ingresos globales del negocio de aproximadamente u$s 63.000 millones, que podría ascender a u$s 113.000 millones si la expansión del virus avanza y se agrava la situación.
Hasta el 20 de febrero, la pérdida de ingresos prevista por IATA giraba en torno a u$s 29.300 millones, cuando los pronósticos se limitaban a los mercados de Asia, asociados a los países donde se originó y propagó al comienzo el brote.
En sintonía con el panorama global, la Argentina empieza a sufrir las consecuencias del Covid-19, con una abrupta caída de la demanda de los servicios turísticos (que repercute sobre todo en la venta de pasajes aéreos y paquetes), la consecuente reducción de las tarifas, cancelaciones de vuelos y recorte de frecuencias.
En este contexto, representantes de la Federación Argentina de Asociaciones de Empresas de Viajes y Turismo (Faevyt) se reunieron con autoridades del Gobierno nacional y les solicitaron que se declare a las agencias de viajes en «emergencia económica, productiva y fiscal”. Al respecto, Gustavo Hani, presidente de la Faevyt, aseguró: «Le pedimos al ministro de Turismo y Deporte Lammens que declare la emergencia y establecimos una mesa de trabajo».
“Fue un encuentro muy productivo. Recibieron muy bien la propuesta para alivianar la preocupante situación que atraviesa hoy el turismo”, resumió el número uno de la entidad, y adelantó que habrá un nuevo encuentro tanto con las principales instituciones que conforman la Cámara Argentina de Turismo (CAT) y la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) para coordinar acciones conjuntas.
Si las autoridades gubernamentales hacen lugar al pedido, se aplicarán inmediatamente medidas de rescate para evitar quiebras y despidos de las empresas que componen la industria, en su mayoría pymes. «Es importante el salvataje económico. Por eso, solicitamos la implementación del Programa de Recuperación Productiva (Repro) y el Procedimiento Preventivo de Crisis», declaró el titular del organismo.
En este marco, la Faevyt le pidió al Gobierno que suspenda el Impuesto PAIS el tiempo que se mantenga la emergencia así como también postergar los pagos de las cargas sociales y el diferimiento en los pagos de otros impuestos. «El daño del coronavirus puede ser gigante, ya que no solo afecta a las agencias, sino a todas las familias que dependen del trabajo en ellas”, afirmó, y calculó que corren peligro 5640 agencias y sus 25.000 empleados.
El coronavirus fue la gota que rebalsó el vaso. «Veníamos golpeados por las devaluaciones sucedidas en 2019 y el impuesto PAIS, con un descenso del 40% de las ventas en enero y febrero. Las agencias abocadas sobre todo al turismo receptivo venían sobreviviendo, pero ahora todas están en un estado crítico porque los turistas van a dejar de venir. Con el coronavirus, hay un combo casi letal», destacó.
«Estamos en una situación límite y hoy la caída de las reservas está en el orden del 100%, porque el sector está en un 90% parado», sostuvo Hani, y enfatizó que la industria se encamina hacia una «facturación cero».
Como era de esperarse, también resolvieron aplazar el Congreso de Agentes de Viajes, previsto para el 16 y el 17 de abril, que se realizará más adelante, aunque aún no hay una fecha estipulada. Esta postergación se suma a la cancelación del Travel Sale, una iniciativa que hubiese funcionado como salvavidas.
Días atrás, operadores turísticos autoconvocados de todo el país se manifestaron en contra del impuesto PAIS que el Gobierno implementó en diciembre del año pasado a la compra y las operaciones con moneda extranjera. Representantes pyme de la industria se dieron cita en distintos puntos de la Argentina para reclamar y denunciaron que la baja de la demanda pone en riesgo «muchísimas fuentes de trabajo».