Situada al sur de la ciudad de Puerto Madryn, Punta Loma es la primera reserva de Chubut (creada en 1967), y en ella habita el lobo marino de un pelo.
Con dirección Sur, rumbo al ANP Punta Loma, el viajero conoce la playa Paraná, donde es posible observar los restos del hundimiento del buque Le Folies.
Este punto geográfico también es elegido por los amantes del buceo y la caza submarina para desarrollar sus actividades.
Luego de recorrer 12 kilómetros y pasar por el cerro Avanzado se arriba a la reserva, sobre las costas del Golfo Nuevo.
Allí está emplazada la casa del primer guardaparques, encargado de preservar la zona ambiental de una manera muy precaria.
Hogar del lobo marino de un pelo
Según los datos, Punta Loma se creó en 1967 y fue la primera reserva natural de la provincia de Chubut.
El objetivo de su creación era claro: conservar y proteger el único apostadero permanente de lobos marinos de un pelo, una especie de mamíferos que se distribuye a lo largo de toda la costa atlántica y pacífica de la Patagonia argentina y chilena.
Los machos son de color pardo oscuro y se diferencian de las hembras porque tienen melena y alcanzan unos 2.5 metros de porte y 350 kilogramos.
La reproducción de los lobos de un pelo se produce durante el mes de noviembre, cuando los machos se pelean para formar su harén y aparearse.
Por tal motivo, muchos lobos deciden trasladarse al apostadero de Puerto Pirámides.
Durante el mes de diciembre y hasta fines de enero nacen las crías, que suelen tener un pelaje oscuro y balan como corderos.
Por otra parte, en este sector también habita una colonia de cormoranes roqueros y gaviotines sudamericanos, entre muchas otras aves marinas, animales terrestres, reptiles y mamíferos.
Un mirador para privilegiados
Punta Loma posee acantilados de mediana altura que caen sobre el mar y extensas playas de pedregullo.
En una barranca con vista al golfo hay un mirador desde donde se puede admirar la colonia de lobos conformada por alrededor de 600 ejemplares.
En general, los cormoranes arman sus nidos sobre las paredes de arcilla. Y en el sector estepario de la reserva se pueden observar animales típicos como los guanacos, choiques, maras, zorros y piches.
Toda esa franja se caracteriza también por poseer arbustos bajos, típicos de la estepa patagónica y del monte, como la jarilla, barba de chivo, algarrobillo, alpataco y el piquillín.
El quilimbay, el cola piche, el molle, el mata laguna y el mamuel-choique predominan en las zonas altas.
Y ya más cerca del mar se puede encontrar el jume, la vidriera y la zampa, toda la vegetación susceptible de soportar el alto nivel de salinidad.
Puerto Madryn ofrece al viajero múltiples opciones para una estadía donde la magia no solo se contempla. También se vivencia y se queda entre los mejores recuerdos por siempre.