0 Comentarios
Los indicadores para medir la felicidad en Sudamérica y el mundo permiten buscar mejores condiciones de vida para los habitantes desde los gobiernos, sobre todo a nivel de vida, bienestar y oportunidades.
Aunque la felicidad sea considerada un concepto subjetivo, el chatbot de inteligencia artificial (IA) llamado Bard, de Google, aseguró que diferentes estudios han arrojado información valiosa al respecto tomando en cuenta el nivel de vida de las personas, los sistemas de salud, educación y seguridad, así como su ecosistema. Conoce en esta nota cuál es la ciudad más feliz de Sudamérica.
El sitio larepublica.pe informó que de acuerdo con esta inteligencia artificial, la ciudad de Bariloche, Río Negro, en Argentina, se considera la más feliz de la región, tomando en cuenta su destacado nivel de vida, el buen sistema de salud, educación y seguridad con el que cuentan, así como su natural entorno montañoso.
En segundo lugar, en Colombia, se reflejó que Manizales, Caldas, se considera la ciudad con mayor índice de felicidad y le sigue Medellín, además de Bogotá.
¿Qué otras ciudades han destacado como las más felices del mundo?
Otra de las ciudades que han sido consideradas como felices es Asunción, en Paraguay, por su calmado ritmo de vida y bajo costo para vivir. También lo es Montevideo, Uruguay, por su alto nivel de desarrollo social, cultural y económico, así como Curitiba, en Brasil, al ser una de las ciudades más sostenibles y con mejor calidad de vida de América Latina.
¿Por qué estas ciudades se consideran las más felices del mundo?
Cada año se publican diversos rankings que buscan medir las ciudades más felices del mundo, los cuales se basan en una serie de indicadores y criterios que permiten evaluar el bienestar de los habitantes de cada ciudad.
Uno de los principales indicadores que se utilizan para medir la felicidad en una ciudad es el Índice de Felicidad Nacional Bruta (FNB), creado por el rey de Bután en la década de 1970, el cual mide la calidad de vida de los habitantes de un país a través de nueve dimensiones: bienestar psicológico, salud, educación, uso del tiempo, diversidad cultural, resiliencia, buen gobierno, vitalidad comunitaria, nivel de vida sostenible y vitalidad ecológica.