Se inició el 1º de noviembre, el período de pesca deportiva y como en el resto de Patagonia, Neuquén es uno de los paraísos de esta actividad.
Los permisos para los residentes en el país por la temporada salen 760 pesos, el semanal 380 y el diario, 190. Para menores de edad (de 13 a 17 años), el valor es de 190 pesos y para menores de 13 años es gratuito. Para las personas que no residen en Argentina, el precio diario es de 1.140 pesos, 3.040 para el uso semanal, y 4.560 por temporada. Los jubilados, las personas mayores de 65 años y las personas con discapacidad pueden obtenerlo sin costo alguno.
Dependiendo de las modalidades de pesca los precios de los permisos son los siguientes: modalidad de arrastre o trolling diario 380 pesos, semanal 760, y la temporada completa, 1.520.
Para adquirir los permisos se habilitó la plataforma de venta online https://www.cazaypesca.com.ar/index.php/permisos-de-pesca-neuquen
Todos los ambientes para disfrutar
Sin duda alguna, Neuquén es considerada un verdadero paraíso de la pesca deportiva, convirtiéndose en uno de los lugares más reconocidos de esta actividad en todo el mundo. Posee dos importantes cuencas que se destacan por la cantidad de salmónidos: la cuenca del río Limay en el sur, y la cuenca del río Neuquén en el norte. Un entorno natural maravilloso, excelentes servicios, sumado a la típica gastronomía neuquina de cada región, hacen que cada jornada de pesca sea inolvidable.
Corredor Neuquén-Norte
La tranquilidad y la inmensidad caracterizan a esta región, rodeada de una naturaleza maravillosa; ríos, arroyos y lagunas de aguas claras esconden momentos únicos disfrutando de la pesca casi en soledad. En esta vasta región, la pesca deportiva tiene sus sitios predilectos en aguas de las lagunas Varvarco Campos, Varvarco Tapia, La leche y Huaraco, los ríos Pichi Neuquén, Trocomán, Nahueve y Guañaco. Abundante fauna ictícola, principalmente truchas arco iris, conforman un verdadero paraíso para los amantes de la pesca deportiva poco conocido por los pescadores.
Ruta del Pehuén
Excelentes ambientes de pesca rodeados de montañas de basalto y araucarias araucanas, auguran entretenidas jornadas con equipos livianos en ríos y arroyos de aguas rápidas y transparentes. Cerca de Caviahue los pesqueros más reconocidos son el río Agrio y algunos de sus afluentes como el arroyo Hualcupén y Codihue, junto con la laguna Trolope y la laguna Hualcupén. Truchas de muy buen porte; arco iris, marrones, fontinalis y percas son las especies que allí habitan. Una particularidad de esta zona es que posee lagos donde se puede pescar todo el año; en lagos del Circuito Pehuenia: Moquehue, Nompehuén y Pulmarí. También ríos como Pulmarí, Ruca Choroi, Quillén y varios spring creeks de porte pequeño como el río Litrán, son ideales para moscas secas.
Corredor de los Lagos
Una de las regiones favoritas por los pescadores, por la calidad y cantidad de ambientes; ríos, arroyos, lagos y lagunas dispersas originadas por deshielos, y rodeadas de verdes bosques y montañas. Truchas arco iris y marrones de muy buen porte habitan estos ambientes. Los pesqueros de Junín de los Andes como el Chimehuín (y su internacionalmente reconocida boca) Malleo, y Quilquihue, y sus desembocaduras hacia el Collón Cura, donde yacen muy buenos especímenes de truchas, en cuanto a tamaño, constituyendo así las grandes joyas de esta extensa región.
La boca del río Correntoso es otro ambiente que goza de gran fama para los mosqueros gracias a grandes capturas que históricamente se registraron allí. Lagos de aguas cristalinas y profundas: Nahuel Huapi, Correntoso, Espejo, Falkner y Lacar; bellas joyas de siete lagos albergan en sus frías aguas especímenes de muy buen tamaño. Finalmente es importante destacar el mítico río Limay, que nace en el Nahuel Huapi hasta juntarse con el río Traful y augura entretenidas jornadas con streammers.
Limay Medio
El río ícono de la provincia, esconde una exquisita zona admirada por todos los pescadores que tienen el gusto de arrojar sus líneas en sus aguas. Su caudal varía durante el año; hacia los meses de apertura los niveles son altos debido al proceso de deshielo y a la presencia de lluvias en la zona cordillerana. A medida que avanza hacia el otoño el caudal va descendiendo.
Esta zona corresponde a 90 kilómetros de características muy especiales. Es un tramo con una muy buena población de trucha arco iris y marrón, tanto residentes como migratorias, que ingresan desde el embalse. Especímenes muy combativas en un entorno inigualable convierten a esta región en un verdadero paraíso para pescadores expertos y principiantes, que reconocen como favoritos los sectores de islas del Limay Medio, Barranca Los Loros, Zoológico, Naupa Huen, Pantanito y Puesto Bustamante.
Embalses
En los lagos artificiales se permite la pesca todo el año: en el perilago Pichi Picún Leufú, el embalse Piedra del Águila y Ezequiel Ramos Mejía en aguas del río Limay, así como los lagos Los Barreales y Mari Menuco, de perfil más recreativo, pertenecientes al complejo hidroeléctrico Cerros Colorados, permiten disfrutar de la pesca embarcada, de pejerreyes, percas y truchas que han alcanzado en ocasiones los 9 kilos.
Cuidar y respetar el medio ambiente
La pesca es una actividad que permite no sólo vivir emociones y aventuras tras una captura, sino que lleva a vivir también momentos inolvidables junto con amigos o la familia, disfrutando del entorno natural encantador que brindan los paisajes neuquinos. Por ello es importante que se respete y cuide ese maravilloso entorno que permite disfrutar de esta actividad con prácticas sencillas: no dejar basura en el lugar, llevarla en su vehículo y depositarla donde corresponde. Tampoco hay que dañar la vegetación del lugar ni encender fuego en lugares no habilitados para tal fin. Si se hace, debe asegurarse de apagar bien el fuego con agua.
Devolución del pez
La esencia de la pesca deportiva es la conservación; poder disfrutar de una captura, pero devolviendo al pez al agua. Para ello es importante afianzar estas prácticas: usar anzuelos sin rebaba y los equipos estipulados en el reglamento de pesca; manipular y tocar al pez lo menos posible; no alejarlo demasiado del agua y devolverlo con sumo cuidado sin tocar las agallas.