La crisis sanitaria y económica provocada por el coronavirus ha sumido a todo el planeta a una situación sin precedentes en estos tiempos modernos. Uno de los sectores más vulnerables y a los que más ha afectado está siendo el turismo. Los últimos datos del Organización Mundial del Turismo hablan de una caída de turistas de entre el 20% y el 30%.
La dependencia de los ingresos por el turismo es muy desigual por países. Por lo general, las grandes economías suelen tener estructuras productivas diversificadas en las que el turismo internacional tiene un peso moderado, según afirman desde el Instituto Elcano. Pero en otros países, sobre todo en pequeñas economías puede suponer más del 50% del PIB.
En Europa, los países más vulnerables serían Croacia, Chipre, Malta o Portugal. En España, segundo destino mundial en 2019 con más de 83 millones de visitantes, su impacto también es importante, aunque el gasto realizado por los turistas extranjeros en relación al PIB fue de menos del 6%, según los últimos datos del Banco Mundial de 2018.
En regiones como Baleares y Canarias el gasto turístico extranjero supone alrededor del 40% del PIB. Las condiciones en las que se desarrolle la temporada de verano por el coronavirus marcarán el futuro del sector. No se puede descartar que en verano todavía se mantengan ciertas medidas de confinamiento o la prohibición de aglomeraciones propias de espacios turísticos como playas, resorts, festivales de música o museos.