Entrevista realizada a Mariano Coscarella, investigador del equipo técnico del Cenpat, organismo que depende del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), por la Estacion Maritima Commersonii
EMC: Cómo empezó la investigación de Toninas overas en Chubut?
MARIANO: Fue un hallazgo casi casual. Había terminado la carrera de Biología Marina en 1997 y estaba trabajando con Cecilia Torrejón en la Secretaría de Turismo de Puerto Madryn. Un día Antonio Torrejón, que era Director de turismo de la Provincia (en ese entonces, Organismo Provincial de Turismo OPT) me comentó que en Rawson había una persona con una lanchita llevando turistas a ver delfines.
Le recomendé que no se lanzara una nueva actividad con delfines sin hacer un estudio de impacto previo. Antonio se quedó pensando, y me preguntó si no me animaba a hacer el estudio. Hay que resaltar que Antonio Torrejón tuvo una gran influencia en el desarrollo de la ciencias naturales en la zona, fue sin dudas un impulsor de la investigación ligada al uso de los recursos naturales.
Entusiasmado con la idea, le comenté a Enrique Crespo, con quien ya estaba trabajando en el Laboratorio de Mamíferos Marinos del Centro Nacional Patagónico, y presentamos el proyecto como beca de doctorado y, a finales de 1998, sabiendo que la beca había sido otorgada, fui a Rawson con Silvana Dans a unos acantilados al sur del rio Chubut, cerca de Playa Magaña. Desde ahí, parados con binoculares, observamos detrás de la rompiente Delfines nariz de botella y Toninas overas. En 1999 empezamos a trabajar con David Peralta y nos dimos cuenta que no había ningún tipo de información sobre las toninas overas en la zona. Si había información en Puerto Deseado y en Ushuaia, pero nada en Chubut.
La logística con la que contábamos era muy precaria, salíamos en una lanchita para 6 pasajeros, con una cámara de fotos y varios rollos (en esa época no existía la tecnología digital) para empezar a hacer foto identificación.
Fue el primer delfín que estudié, y mi relación con el turismo y los mamíferos marinos empezó con las toninas overas. Y fue genial porque no había nada, fue empezar de cero, y fue una de las primeras veces en que el producto turístico se desarrolló sobre las bases del conocimiento científico, haciendo prueba y error a medida que el producto turístico surgía, con las regulaciones que acompañaban el surgimiento. La actividad siempre estuvo monitoreada así que estamos seguros de que se hace bien.
Mariano tomando imágenes de fotoidentificación
EMC: Qué hace a la tonina overa tan especial para vos
MARIANO: Cuando las vi dije “estos bichos me van a volver loco, no se comportan como delfines!”. Yo había estado ayudando en el trabajo con delfines oscuros en el Golfo Nuevo desde 1997, año en que Rafael Benegas había comenzado a hacer salidas desde Puerto Madryn, en el Golfo Nuevo, para observar delfines durante el verano. Estábamos intentando evaluar cómo las actividades de avistaje podían repercutir sobre el comportamiento o la población. Yo había notado que en los delfines oscuros era fácil identificar lo que el grupo hacía, ya que son más predecibles en cuanto a los comportamientos que van a desarrollar: buscan comida, la empaquetan arriándola a la superficie, comen, se trasladan, buscan comida de nuevo, la empaquetan, comen, se trasladan y cuando dejaron de comer y se trasladan, van todos juntos para el mismo lugar.
En el caso de las toninas overas no formaban grupos, los grupos se armaban y se desarmaban permanentemente por lo que los nombramos como grupos efímeros. Había una manada de toninas overas que ocupaba una gran área donde los grupos estaban desparramados y cada grupo efímero hacía una actividad distinta a los otros.
Desde el acantilado se veían los delfines nariz de botella, su patrón diurno era de traslado a la mañana y a la tarde, en el medio comían y socializaban. Las toninas, en cambio, no tenían un patrón diario. Siempre digo en tono jocoso, que, después de 20 años, concluí que a diferencia del resto de los delfines, las toninas overas hacen lo que quieren, cuando quieren, donde quieren, si quieren
EMC: Como las reconocías, es posible foto identificarlas?
MARIANO: Las aletas tienen 10 centímetros de alto, son animales muy veloces y cambian de dirección muy rápidamente, por eso de cada rollo fotográfico solamente podía rescatar cuatro fotos que servían. El resto de las tomas eran una mancha blanca y negra borrosa, y agua. Al revisar las diapositivas con una lupa, notamos que al igual que otros delfines, las aletas dorsales tenían muescas, marcas auxiliares y mordiscos. Usando esas marcas logré identificar 325 delfines con distinta calidad de marcas.
La foto identificación nos permitió descubrir que las toninas overas tienen estructura social. Se pensaba que no presentaban asociaciones a largo plazo ni estructura social, pero el estudio demostró que si la tienen, y eso nos permitió plantear y poner a prueba una hipótesis que dice que, en los delfines, el tamaño como una aproximación a la longevidad permite establecer que la estructura social se complejiza cuanto más tiempo viven los animales y tienen más tiempo para desarrollar lazos sociales, la orca de mayor tamaño y más longeva (50 años) en un extremo y las toninas más pequeñas y menos longevas (15 años) están el otro extremo y en el medio las otras especies de delfínidos.
Si bien las toninas overas tienen estructura social, los lazos no son tan firmes. Cada individuo está relacionado (en promedio) con otros 6 con los cuales se mantienen juntos, aunque no se sabe durante cuantos años, pero es una estructura social subyacente que se mantiene. Cada manada está formada por entre 20 y 50 animales y su composición cambia permanentemente y este cambio se acelera cuando coinciden espacialmente. Cuando se ven 150 animales significa que hay 3 o 4 manadas juntas, que intercambian individuos en un proceso muy dinámico.
EMC: Cual es el territorio de estas manadas? Hacia donde se mueven?
MARIANO: Cuando empecé a estudiarlas, noté que durante el verano los animales desaparecieron, prácticamente no los vi en enero, febrero y marzo. Me pregunté adonde se iban, no era posible que desaparecieran.
Quique García, hoy Ministro de Turismo de Chubut, me dijo que había toninas overas en Camarones. Entonces fuimos a Camarones, y vimos que había muchas toninas. Gracias a la foto identificación, encontramos que el 17% de los animales eran ejemplares compartidos entre Camarones y Rawson, lo que nos hizo descubrir que hay un ida y vuelta entre ambas localidades, y que las toninas pueden ir y volver de Rawson a Camarones en 5 días.
Ahí surgió una pregunta lógica: si hay toninas en Rawson y en Camarones, son los mismos animales o son otros? Es muy importante saberlo para el manejo de la especie, saber cuanto se mueven y hasta donde llegan. El esfuerzo de foto identificación es tan grande que no pudimos hacer un catálogo que abarque desde Rawson hasta Puerto Deseado, es imposible.
EMC: Que población se estima para Chubut?
MARIANO: En un momento cualquiera, en promedio hay entre 20 y 50 toninas overas en las cercanías del Puerto de Rawson. Entre agosto y septiembre del año 2001, para un período de muestreo de una semana estimamos que 150 animales se encontraban en un área de aproximadamente 100 kilómetros cuadrados.
Nuestras estimaciones mediante fotoidentificación indican que en Rawson la población de toninas overas se encuentra entre 300 y 450 ejemplares. Es una estimación porque estos animales se mueven, y estimaciones independientes para el norte de Chubut la estimación es de 1100 individuos.
EMC: Que comportamiento te llamó mas la atención?
MARIANO: La alimentación. Son muy flexibles en los comportamientos de alimentación. Pueden comer cooperativamente y hacerlo en línea, nadando a gran velocidad paralelamente, formando un frente. Mantienen esta formación por algunos metros, y los animales de los flancos de la formación repentinamente aceleran y giran 180 grados para enfrentar al resto de los delfines que continúan nadando en la misma dirección. En ese momento es posible observar a los delfines alimentándose de los peces que quedaron encerrados por la maniobra.
Son capaces de hacer cambios drásticos de dirección gracias a que la flexibilidad de su columna vertebral está por encima de lo normal en comparación con otras especies de delfines. Cazando cooperativamente los he visto acorralando cardúmenes contra el paredón del muelle de Camarones.
O también pueden comer en solitario, moviéndose erráticamente con aceleraciones y cambios bruscos en la dirección, o bien nadando en círculos. Cuando realiza la natación circular, el delfín aumenta su velocidad mientras nada en círculos justo por debajo de la superficie. El primer círculo que el animal realiza tiene entre 5 y 7 metros de diámetro y los siguientes círculos son cada vez más pequeños. Forman un remolino y a veces, en el centro pueden observarse pequeños peces saltando por encima de la superficie.
EMC: Cómo duermen?
MARIANO: Desde el acantilado vimos que se hunden y vuelven a emerger con movimientos pausados, en una secuencia 2 a 5 inmersiones cortas, seguidas por una inmersión más larga de hasta 2 minutos. Descansan boyando a media agua o en superficie con la cola colgando.
EMC: Se comunican?
MARIANO:Se pensaba que solo emitían clicks de alta frecuencia pero en ocasiones, con el mar calmo, se escuchaban silbidos. Me dijeron que era imposible porque en condiciones de cautiverio nunca se las había escuchado emitir silbido alguno. Sin embargo, en grabaciones posteriores realizadas en Puerto Deseado se escucharon silbidos. Otra pauta de que hacen lo que quieren! En cautiverio no quieren silbar, al menos nunca se reportó que silbaran.
EMC: Porque interactúan con las embarcaciones?
MARIANO: Son atraídas por el ruido del motor y son ellas las que se dirigen hacia las embarcaciones. Cuando la lancha para los motores, ellas permanecen en los alrededores realizando sus actividades normales, la presencia de la embarcación de avistaje no perturba ninguna actividad, y por eso la reglamentación de esta actividad difiere de la de los delfines oscuros que tiene un protocolo distinto de aproximación.
Se acercan a las lanchas porque “juegan” en las estelas, también lo hacen con las ballenas, nadan detrás de las ballenas siguiéndolas y jugando con la estela que producen. También juegan con otros delfines, en ocasiones el juego de las toninas los molesta y las golpean para sacárselas de encima. Un día vi una gaviota que estaba posada en el agua y de pronto salió volando abruptamente, algo la había molestado. Inmediatamente, desde abajo, vi aparecer la cabeza de una tonina overa. Se ve que la mordió desde abajo, o le hizo algo que provocó la huida de la gaviota.
EMC: Hiciste estudios de genética, qué resultados arrojaron?
MARIANO: Queríamos saber si los animales que llegan hasta Puerto Deseado son los mismos de Rawson, saber si llegan hasta Tierra del Fuego, o si cruzan hasta las islas Malvinas. Es importante saber si es una única población que se está sometiendo a presión. Durante el post doctorado estuve trabajando en genética y los resultados indicaron que las de Camarones y Rawson son dos poblaciones distintas, y que hay núcleos poblacionales distintos en muy poco espacio, en muy pocos kilómetros.
Se trata de poblaciones cerradas sin intercambio de flujo genético. Aparentemente surgen poblaciones generando saltos con animales que se escapan de los grupos poblacionales.
Hace 10 años se reportó una tonina overa en Sudáfrica, hay reportes en Río de Janeiro no confirmados, hay reportes en Miramar, y esto demuestra que tienen una capacidad de desplazamiento mayor de la que pensábamos. Después de la última era glacial eligieron distintas partes de la costa y formaron núcleos poblacionales por lo que resulta difícil reconstruir su historia demográfica pasada. Es una especie muy interesante y muy compleja.
EMC: Cuáles son los próximos desafíos para la investigación de toninas overas?
MARIANO: Para los próximos años el desafío es retomar el catalogo de foto identificación en Rawson, realizar trabajos de isótopos estables para determinar la alimentación, volver a estudiar la estructura social y empezar a trabajar más profundamente en genética. Hay que empezar a trabajar más en los aspectos sociales y en el manejo como recurso turístico. El potencial de la tonina overa como recurso turístico esta sub-utilizado, sub-explotado. Vienen 150 mil personas al año a ver ballenas, y muy pocas a ver toninas overas.
Las temporadas de ambos animales coinciden, y hay un público casi cautivo que no se está utilizando. Se le debería ofrecer a la gente que a solo 200 kilómetros de donde se embarcan a avistar ballenas, tienen la posibilidad de observar un delfín único que no pueden ver en otro lugar del mundo, salvo en sitios inhóspitos, cuyo tamaño, coloración y comportamiento lo convierten en uno de los cetáceos más interesantes y carismáticos del mundo.