El cierre de fronteras dispuesto por Argentina ante la pandemia de COVID-19 produjo que en abril pasado el país suramericano no recibiera ni un solo turista extranjero, informaron este martes fuentes oficiales.
El informe de turismo internacional que mes a mes difunde el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) tiene esta vez características de excepción y sin precedentes.
«En abril de 2020, se estimaron cero llegadas de turistas no residentes a la Argentina. (…) Las salidas de turistas residentes al exterior en abril fueron cero», indica el informe.
De acuerdo al Indec, a partir de la información brindada por la Dirección Nacional de Migraciones y debido a las restricciones sanitarias fijadas, «se observó que, en términos de viajes con motivos turísticos, tanto el movimiento emisivo como el receptivo en todos los aeropuertos del país, este mes fue nulo».
Argentina comenzó a aplicar restricciones el 12 de marzo pasado, cuando suspendió los vuelos desde países afectados por la COVID-19 hasta que finalmente, pocos días después, prohibió todo vuelo, internacional y doméstico, como medida de prevención.
Por el aislamiento obligatorio que rige desde el pasado 20 de marzo, está prácticamente paralizada toda actividad turística, incluyendo la hostelería, los ómnibus de larga distancia, restaurantes, museos, teatros y cines, y lugares de paseo, como los parques nacionales.
«Cabe señalar que las disposiciones mencionadas fijan algunas excepciones sobre el flujo de personas que pueden cruzar las fronteras, tales como la de aquellos viajeros con causa justificada que podrían considerarse, en algunos casos, como visitantes», observó el Indec.
Pero, según añadió el organismo oficial, «el reducido volumen de esos flujos y la imposibilidad de su caracterización acertada (difícilmente puede entenderse que el motivo de su desplazamiento sea turístico), desaconsejan su contabilización».
En 2019, la llegada de turistas extranjeros a Argentina creció un 11,1 %, hasta los 3,06 millones de viajeros.
Asimismo, las salidas al exterior de argentinos descendieron en 2019 un 11,9 %, hasta 3,9 millones de personas.
Para 2020, las perspectivas para el sector son muy negativas debido a la crisis sanitaria de COVID-19.
«Las actividades vinculadas al turismo, entretenimiento y esparcimiento, emergen como las más afectadas, y probablemente no puedan volver a operar normalmente en lo que resta del año», apuntó en un informe la consultora Ecolatina.
De acuerdo a la firma, los hoteles redujeron casi a cero su ocupación y la regularización de las actividades vinculadas al turismo y el esparcimiento demandará más tiempo que el resto «dado que involucran aglomeración de personas, sumado a que probablemente exista parte de la población que, producto de los temores generados por la pandemia, no regrese inmediatamente a consumir estos servicios».
«Por este motivo, creemos que el rubro de hoteles y restaurantes será de lo más perjudicado en 2020, exhibiendo una contracción algo superior al 25 % en el año», advirtió la consultora.