Trevelin, una pequeña ciudad de casi 20 mil habitantes de la Comarca Andina de Chubut y puerta de entrada al Parque Nacional Los Alerces, tuvo en enero una ocupación hotelera de 60%, con turistas atraídos por su ambiente de naturaleza, con estadías promedio de tres noches, según datos de la Secretaría de Turismo de esa comuna cordillerana.
El 48 por ciento de los visitantes llegó de la ciudad y la provincia de Buenos Aires; el 17% provino de otras localidades de Chubut; y el resto, de Neuquén, Córdoba, Río Negro y la región de Cuyo.
Del millar de plazas disponibles en la prepandemia, Trevelin pudo conservar o recuperar 722, que actualmente están habilitadas, de las cuales un promedio del 65% estuvo ocupado en enero, explicaron a Télam fuentes de prensa locales.
Trevelin se destaca por ser portal de acceso al Parque Nacional (PN) Los Alerces (sitio declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco en 2017), al río Grande o Futaleufú y a la Ruta 259, con singulares vistas que la convierten en un camino escénico.
Además, el perfil cultural del lugar, alimentado por las tradiciones galesas y la presencia mapuche-tehuelche terminan por conformar un abanico de posibilidades que los turistas aprovecharon al máximo en enero.
El PN Los Alerces reabrió sus accesos durante el invierno y hoy funciona con normalidad, aunque con algunas novedades: el ingreso es irrestricto pero si la intención es pasar la noche dentro del parque es necesario contar con una reserva previa en cabañas, hosterías o campings organizados o agrestes.
Esto hizo disminuir la carga de visitantes en la reserva, por lo que si habitualmente era fácil encontrar en sus 263.000 hectáreas un lugar de absoluta paz y contacto con lo natural, este año, es aún más sencillo.
Los lagos Futalaufquen, Verde y Rivadavia se mantienen como los sitios más buscados por los turistas en Los Alerces, junto con el Río Arrayanes.
El parque es, junto con el Río Grande o Futaleufú, un espacio excelente para la pesca deportiva, que también como consecuencia de los meses de poca actividad turística recibió una menor presión sobre la población de peces.
Trevelin está atravesada por la Ruta Nacional 259, que conduce al límite con Chile, una de las más emblemáticas de la Patagonia, y en su recorrido por la zona pasa por la Bodega Casa Yagüe y las Viñas del Nant y Fall, que están entre las más australes del mundo y ofrecen gastronomía, visitas guiadas y vinos de alta calidad.
Además, lleva a dos áreas naturales protegidas: Cascadas del Nant y Fall y Lago Baguilt, ideales para el trekking, y el Molino Harinero Nant Fach, una réplica de los que funcionaron alimentados a agua en las primeras décadas del siglo XX y que no solo es un museo, sino que produce harina en la actualidad.
El recorrido de la 259 pasa por predios de productores de frutillas, alojamientos, una estación de piscicultura, lodges de pesca, cabalgatas y accesos al Río Grande.
Todos estos atractivos se concentran en sólo 35 kilómetros que, además, deslumbran con los paisajes de cerros imponentes como el Trono de Nubes.
Al sur de Trevelin, por la Ruta 17, tras recorrer una veintena de kilómetros se llega a la comunidad mapuche-tehuelche de Sierra Colorada y Lago Rosario, donde se ofrecen cabalgatas en los faldeos de esa sierra y caminatas guiadas por jóvenes de la comunidad en el lago.
Fuentes de Turismo destacaron que Trevelin desarrolló protocolos para cada una de las actividades y servicios, obtuvo la certificación sanitaria internacional Safe Travels Stamp -del Consejo Mundial de Viajes y Turismo- y logró un compromiso en el que tanto el sector público como el privado se enfocan en cuidar al turista.