Como salido de un cuento, el arroyo con aguas de color turquesa que se encuentra en plena Cordillera de los Andes, a 3.800 metros sobre el nivel del mar, es sinónimo de aventura, naturaleza y paz.
En el corazón de San Juan se encuentra un verdadero tesoro natural: Arroyo Turquesa. Este hermoso paraje cautiva a quienes buscan experiencias únicas en la naturaleza. Sus aguas cristalinas de un vibrante color turquesa, que contrastan con el árido paisaje montañoso, ofrecen una vista impresionante y un refugio perfecto para los amantes de la aventura y la paz.
El nombre «Arroyo Turquesa» no es casual; sus aguas parecen sacadas de un cuento. Este rincón escondido es ideal para el senderismo, con un recorrido accesible que, aunque no presenta alta dificultad, requiere cierta resistencia física debido a la altitud y las condiciones del terreno. A medida que los viajeros se adentran en la quebrada, se ven recompensados con impresionantes vistas de montañas y formaciones rocosas que parecen esculpidas por un artista.
Ubicado a más de 3,800 metros sobre el nivel del mar, Arroyo Turquesa es un área protegida con una rica biodiversidad. La mejor forma de acceder a este paraje es a través del pequeño pueblo de Barreal, conocido como un centro turístico en la región. Desde allí, se pueden organizar excursiones guiadas para explorar este rincón escondido.
La experiencia en Arroyo Turquesa es única: tras la caminata en un paisaje seco y rocoso, los visitantes descubren un oasis inesperado. Sus aguas, de origen glaciar, son frías y refrescantes, perfectas para descansar y disfrutar de la naturaleza en su máxima expresión. La tranquilidad del lugar, alejado de las multitudes turísticas, garantiza una experiencia íntima.
Además de la belleza natural, la zona es perfecta para el turismo fotográfico. El contraste entre las aguas turquesas y el paisaje árido ofrece una paleta de colores digna de ser capturada, especialmente al atardecer, cuando la luz crea un ambiente mágico.
Para quienes deseen visitar Arroyo Turquesa, se recomienda hacerlo durante la primavera o el otoño, cuando las temperaturas son más agradables. Llevar ropa cómoda, protector solar, suficiente agua y snacks energéticos es esencial para disfrutar de la caminata. Contar con un guía local es también recomendable para evitar perderse en el camino.
Fuente: TN.