Cuando comenzó 2020, una de las mayores expectativas de la nueva gestión municipal estaba en el recién creado Ente Comodoro Turismo. Sin embargo, la pandemia afectó al sector y en un año atípico, impensado y desafiante se debieron redefinir horizontes. Pese a ello, se pudieron cumplir objetivos trazados y se impulsó el Plan Estratégico 2030″.
En un informe difundido desde el Ente Comodoro Turismo se destaca como balance de 2020 que “se construyó un Ente con estructura y presupuesto en base a la decisión del intendente, Juan Pablo Luque, de plantear el turismo como política de Estado. Y en ese marco, se formó una institución mixta con referentes del sector público y del privado para generar un efectivo trabajo en conjunto”.
Sin embargo, en marzo de 2020 llegó la pandemia y durante los primeros meses los desafíos más difíciles para el Ente: no solo no se podía fomentar el turismo, sino que además hubo que sostener a los agentes turísticos y de eventos privados de la ciudad, que pasaron por el peor momento de su historia.
“No nos detuvimos. Hicimos visible las múltiples opciones de actividades recreativas para el disfrute de los ciudadanos; conectamos a los privados con los organismos responsables para el registro como prestadores turísticos para construir la oferta turística de la ciudad; desarrollamos campañas de concientización para el cuidado de nuestro Patrimonio natural y cultural”, explicó en detalle la gerente ejecutiva del Ente, Gabriela Zuñeda.
Una de las buenas noticias en un 2020 atípico fue la aprobación que proclamó a la zona de Rocas Coloradas, al norte de la ciudad, como “área natural protegida”. Al respecto, Zuñeda recordó: “acompañamos e impulsamos junto a la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco y la diputada Adriana Casanovas la proclamación de la Legislatura Provincial. Es la primera área protegida de Comodoro por lo cual se invertirá en su protección y conservación, además de generar las condiciones para potenciarlo como atractivo turístico”.
Rocas Coloradas reúne una gran diversidad de vegetación y fauna costera; un bosque petrificado con restos de troncos de coníferas de más de 60 millones de años; y la presencia de restos de palmeras del paleoceno y apostadero de lobos marinos de un pelo.
El objetivo del Ente es que se convierta en uno de los grandes atractivos de la zona, tanto para el turismo interno como externo, potenciando la belleza de su particular geografía.
En este contexto, el Ente se vio obligado a postergar algunos objetivos y redefinir otros. Pero también aprovechó el 2020 para trabajar en el desarrollo de su master plan: El Plan Estratégico de Turismo 2030, con el objetivo de pensar el Turismo como una nueva industria con impacto en toda la comunidad.
El desarrollo de una industria turística, que no sólo potenciará el trabajo del sector, sino que también permitirá profundizar la articulación del sector público con el privado impulsando la región, valorizando nuestros recursos culturales y naturales, generando empleos de calidad y sustentables a largo plazo.
Al respecto, Zuñeda remarcó: “se trata de un modelo de desarrollo turístico a 10 años que pone como objetivo central la mejora de la calidad de vida, la alegría de compartir nuestra cultura y nuestra historia, el respeto por la naturaleza y la sustentabilidad social y económica de la actividad turística”.
Asimismo, explicó: “trabajamos en la puesta en valor de barrios patrimoniales en el marco de este Plan Estratégico, para definir el futuro de cada uno preservando su identidad. Definición conceptual sobre lo que queremos y no queremos que sean en función de su legado histórico y su potencial de futuro”.
En conclusión, afirmó Zuñeda, “2020, pese a sus dificultades, resultó positivo para el Ente Comodoro Turismo en cuanto a proyección e inicia el camino para diversificar la matriz económica, construir y posicionar a la ciudad como destino local, nacional e internacional, como también propiciar el disfrute y orgullo de los comodorenses”