En nuestro país, los laberintos se convierten en una propuesta imperdible para quienes buscan experiencias únicas al aire libre. Estos fascinantes espacios, más allá de desafiar a los visitantes a perderse y redescubrir el camino, están emplazados en paisajes naturales y culturales que enriquecen la aventura.
Cada uno de estos laberintos invita a explorar, disfrutar y conectar con la naturaleza, brindando una alternativa de recreación auténtica y alejada de la rutina cotidiana. Sin duda, una experiencia que cautiva a los amantes de la aventura.
El Laberinto de El Hoyo tiene 2.200 metros de senderos y cercos vivos, y nueve entradas te desafían a llegar a su centro. Aunque sólo una de ellas es la correcta.
El laberinto es un símbolo del mundo espiritual, una representación de los caminos alternativos y las encrucijadas de la vida. Visitarlo, transitarlo y atravesarlo también puede ser una invitación al conocimiento personal.
Ubicado en un predio de 8.500 metros cuadrados a 4 kilómetros de El Hoyo, el Laberinto Patagonia es ideal para disfrutar en familia o con amigos de todas las edades. Las cinco hectáreas de parques y bosques nativos, con panorámicas espectaculares permiten pasar el día y recorrer el laberinto hasta finalmente llegar al centro y a la salida.
En el predio también te espera una casa de té con vistas espectaculares y gastronomía sobresaliente, con productos locales, de estación y de la huerta orgánica propia.