En esta oportunidad fue el turno de las terminaciones de DNI impares, y el domingo fue libre, en el mismo horario de 11 a 17.
El protocolo se implementa desde el ingreso al predio, donde personal de Guardia Urbana, dependiente de la Coordinación de Control y Prevención Ciudadana, llevó registro de cada persona que ingresó y les colocó alcohol en gel, cumpliendo con los cuidados sanitarios. Datos como nombre apellido, domicilio y teléfono celular fueron pedidos a los compradores para controlar el ingreso y llegar a una localización más rápida en caso de requerirse.
Como parte del personal de Guardia Urbana, se encontraban controlando las agentes Belén Rolón, Antonella García y Nadia Sepúlveda, quienes resaltaron la amabilidad de las personas para brindar sus datos, entendiendo que la situación lo amerita. «Algunos preguntan para qué, y luego de que se les explica que es para llevar un mejor registro y así poder ubicar a una persona en caso de que se detecte un caso, lo entienden y acceden».
A la feria no estuvo permitido el ingreso de menores de 12 años y debió asistir una persona por familia, utilizando cubrebocas y cumpliendo con las medidas sanitarias que se exigen por protocolo.