Unos 243 guías de turismo en Bariloche se encuentran en estado de alerta por la suspensión de actividades y piden auxilio a través de subsidios o de la eximición de impuestos. “El 15 de marzo se cerraron los parques nacionales y los guías dejamos de trabajar. Nuestra actividad fue la primera en ser cancelada y será la ultima en reactivarse”, plantean.
De acuerdo a un relevamiento que realizó el Colegio de Profesionales en Turismo, sólo un 5,3% de los guías trabaja en relación de dependencia; mientras que un 94,7% es monotributista.
“De todo ese grupo de monotributistas, la mitad alquila y es cabeza de familia. En mi caso, yo soy guía, mi marido es guía y mi hermana es guía”, recalcó Melina Hernández, una guía de turismo.
Recalcó que si bien los vuelos comerciales se retomarían recién en septiembre, “con la pandemia, se está diciendo que debe haber dos metros de distancia: ¿cómo va a subir toda esa gente a un vehículo? Hay una situación de incertidumbre total y seguimos pagando impuestos”.
Hernández aseguró que el mayor inconveniente hoy para los guías es el pago del monotributo pero también pagan a la DGR y tasas municipales. “Como guías, tenemos que habilitarnos y hay que pagar a la provincia, al municipio y a Parques Nacionales. Por eso, pedimos que al menos, no nos generen deudas”, planteó Hernández.
Recordó que “tardó seis años en salir de las deudas generadas por la erupción del volcán. En ese momento, vendí cosas para mantenerme. Y esto no va a ser tres meses. Habrá seis, nueve meses de parálisis total. Quizás en diciembre, enero del año próximo empecemos a trabajar”.
Hernández también hizo hincapié en que los guías cursan una carrera terciaria y universitaria. “Tenemos que hacer tres cursos obligatorios todos los años. Para que tu credencial diga guía de inglés o portugués, tenés que pagar y dar un examen. No es que agarras le micrófono y ya está. Esta profesionalización no se da en todo el país ni en el mundo. Es estricta la forma en que trabajamos”, señaló.