Más de un centenar de ballenas francas registradas en Brasil llegan hasta Península Valdés para tener sus crías, según una reciente investigación del Instituto de Conservación de Ballenas (ICB) que concluye que ambos grupos integran una gran población de la costa este de Sudamérica.
De acuerdo al estudio, al menos 124 ballenas que fueron fotografiadas en el área de Península Valdés, sobre el noreste del Chubut, también fueron identificadas frente a las costas de Brasil.
«El análisis de ambos catálogos fotográficos realizado muestra que el 14 por ciento de las ballenas conocidas de Brasil también visitan las aguas de Península Valdés en Argentina para tener sus crías», indica el informe publicado en la página oficial del ICB, lo que «evidencia que todas las ballenas francas de la costa este de Sudamérica integran una gran población».
El trabajo fue presentado ante la «Comisión Ballenera Internacional» y es el resultado de una investigación conjunta entre el «Instituto de Conservación de Ballenas», «Ocean Alliance» e «Instituto Australis» a partir de una comparación de catálogos de ballenas francas fotografiadas en Península Valdés y el sur de Brasil.
«Los resultados fueron sorprendentes: encontraron 124 coincidencias de individuos registrados en ambos sitios, incluyendo el reavistaje de Troff, una emblemática ballena conocida desde 1970» indica el parte informativo.
La población de ballena franca austral de la costa Atlántica de Sudamérica ocupa dos áreas de cría principales en Argentina y Brasil, y una tercera en Uruguay.
La evidencia fotográfica muestra que las ballenas pueden recorrer con relativa facilidad los 2.100 km que separan a una zona costera de la otra, un dato que se sospechaba pero del que todavía no existía evidencia concreta.
Las investigadoras Victoria Rowntree de Ocean Alliance, Florencia Vilches del ICB y Karina Groch del Instituto Australis (Brasil) buscaron en el catálogo de Península Valdés los 896 individuos identificados en el sur Brasil hasta 2017 y encontraron coincidencias en 124 individuos.
Según el detalle «64 ballenas fueron identificadas primero en Argentina y luego en Brasil, 37 fueron el caso inverso, conocidas primero en Brasil y luego registradas en Argentina y otras alternaron ambas áreas de cría en distintos años, incluyendo el interesante caso de una ballena registrada en Argentina-Brasil-Argentina-Brasil-Argentina».
«Por eso es importante que se coordinen estrategias internacionales para proteger las ballenas en todo su hábitat» proponen los investigadores.
Pero la investigación también arrojó otro dato: la reaparición de «Troff», una hembra de más de 60 años registrada por primera vez en 1970 por Roger Payne, fundador de Ocean Alliance.
Esta ballena puede ser fácilmente identificable porque tienen un surco pronunciado a lo largo de su lomo, y de ahí su nombre, una derivación del término inglés «trough».
A Troff le corresponde el número 328 del catálogo de Península Valdés y de la comparación de los registros de ambos países se pudo comprobar que estaba utilizando el área de cría de Brasil, ya que fue observada allí en 1988 con un nuevo ballenato y en 1994 sin cría. Recién en 2004 fue vista otra vez en Península Valdés.
«El nuevo registro de Troff en 2011 en aguas de Brasil, muestra cómo las ballenas alternan en el uso de distintas áreas de cría entre años» completa el informe.