Las ballenas francas regresan a un mismo sitio porque tienen lo que en ecología se llama filopatría o fidelidad de sitio. Esta tendencia a regresar al sitio de nacimiento no es innata como ocurre con ciertas aves migratorias.
En las ballenas este comportamiento es transmitido culturalmente de madres a hijas.Los ballenatos nacen en áreas de cría, como por ejemplo Península Valdés, y pasan allí sus primeros meses de vida junto a sus madres. Al emprender la migración hacia las áreas de alimentación las madres guían a sus jóvenes crías por rutas migratorias que los llevarán hasta las zonas de alimentación.
En esta primera migración las crías aprenden cómo y dónde encontrar esas áreas, su futura supervivencia depende de ello. Al finalizar la época de alimentación, ambos regresan a las áreas de cría donde se producirá la separación o destete. Esta nueva migración regresando hacia el área de nacimiento refuerza el aprendizaje de las rutas migratorias, apuntó El Chubut.
Gracias a los estudios de fotoidentificación contamos con una gran base de datos con registros de más de 3.800 ballenas francas, que nos permiten confirmar que muchos de estos individuos tienen filopatría a las áreas de cría en Península Valdés. Es más, conocemos familias de seis generaciones como la de la ballena 71 , que incluye individuos muy conocidos como Antonia, Docksider, Espuma y Paciencia.
El investigador, Luciano Valenzuela explica: “Decimos que esto representa una transmisión cultural ya que se trata de un aprendizaje transmitido socialmente por imitación o por enseñanza directa- que va más allá de las características comportamentales genéticamente heredadas. Si bien existe cierta flexibilidad y algunas ballenas optan por distintas áreas de cría en distintos años, como por ejemplo Argentina o Brasil, la gran mayoría regresa al área de su nacimiento de manera más frecuente.
Una de las consecuencias directas de la filopatria, al ser transmitida maternalmente, es que si perdura durante muchas generaciones llevará a una estructuración genética de las poblaciones.”
La migración de las ballenas francas
Esta especie tiene hábitos migratorios y se distribuye exclusivamente en el hemisferio sur, entre los 20º y 64º de latitud. Durante la época de cría (otoño a primavera) sus poblaciones se congregan frente a las costas de Sudamérica, Sudáfrica, Australia y Nueva Zelanda. Las ballenas francas que se avistan en las costas de Chubut pertenecen a la población del Atlántico Sudoccidental que se distribuye frente a las costas de Argentina, Brasil y Uruguay.
Al finalizar la temporada de cría y reproducción se dirigen hacia las áreas de alimentación, que en el caso de la población que estudiamos en Península Valdés se encuentran próximas a las islas Georgias del Sur y a lo largo del Mar Patagónico. Gracias a la información obtenida a través del proyecto colaborativo “Siguiendo Ballenas” se ha observado una gran variabilidad entre individuos a lo largo de sus travesías.