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Un formato de kayaks de principios del Siglo XX se está poniendo de moda unos 100 años después de su creación.
Los kayaks surf ski son la nueva tendencia en 2025. Hace algunos años apareció en nuestras aguas un tipo de esquife de dimensiones y diseño similar al kayak convencional, pero de cockpit abierto del estilo sit on top o de bañera, a diferencia de los de travesía que tienen habitáculos cerrados. Este tipo de diseño de bañera abierta y autovaciable otorga una gran ventaja en aguas movidas y en donde las temperaturas son cálidas o templadas, porque el palista tiene un contacto pleno con el medio acuático. Sin duda, son esquifes muy amigables con el remero porque se tiene la sensación de estar sobre la embarcación sin posibilidad de quedar enganchado en el cockpit en caso de vuelco, situación que muchos temen.
Contra las suposiciones al respecto, debemos decir que los surf ski tienen una larga historia en el agua: tuvieron su nacimiento en Australia en 1912 de la mano de dos aficionados al remo llamados Harry y Jack Mac Laren, quienes crearon un kayak abierto de aproximadamente 5 a 6 metros de eslora por 0,40 m de manga y lo utilizaron para navegar en el mar. De ahí en más, son miles los aficionados que los emplean, no sólo para surcar los océanos, sino también en todo espejo de agua.
La principal virtud del surf ski es su velocidad y comportamiento en el mar y la posibilidad de que el tripulante vaya sentado en un cockpit abierto del cual se drena el agua que ingresa por imbornales, o bien por efecto del rebalse de la bañera. Se trata de kayaks imposibles de hundir en circunstancias habituales y que se manejan con un sencillo timón accionado desde la pedalera. Los hay muy estables para efectuar travesías y también modelos para rescate en el mar, que son empleados por guardavidas. Otros más angostos son para velocidad pura.
Cómodos y veloces
En todos los casos, son aptos para navegar con oleaje o barrenar trenes de olas, ya que la forma del casco de proa, recta y lanzada, permite un muy buen comportamiento en el oleaje. Es ese volumen de proa –y poco de popa– el que le permite enfrentar el oleaje sin mayores dificultades.
En cuanto a su uso, la mayoría de los palistas los emplean para efectuar entrenamientos y salidas en las que se cubren grandes distancias a buen ritmo de palada, ya que su diseño permite alcanzar velocidades de hasta 8-9 km/h dependiendo de la resistencia del remero. Está excelente performance de avance cautiva a los aficionados de todo el mundo. Hay también quienes los emplean como paso previo hacia kayaks del tipo K1 –para aguas rápidas–, que son mucho más inestables.
Un aspecto más a tener en cuenta en estos modelos es la estanqueidad que presentan, ya que por su forma constructiva ambas cubiertas quedan pegadas como un sandwich y no debería ingresar agua. Para guardar elementos, algunos vienen con un compartimento estanco en popa como para alojar una pequeña bolsa estanca. En cuanto a marcas, las mejores internacionales son: Epic, Fenn, Nórdico, Nelo, Opium y –a nivel local– Ocean Surf.
Finalmente, pros y contras. En la primera categoría destacamos velocidad, comodidad, facilidad de aprendizaje (ideal para climas cálidos) y un reingreso sencillo en caso de vuelco.
Entre las contras: algo de inestabilidad, la exposición del palista en climas fríos, la poca capacidad de guarda en los tambuchos y un precio algo alto comparado con un kayak de travesía. Sin embargo, hoy están marcando tendencia.
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