En el primer trimestre, la llegada de turistas no residentes disminuyó un 21%, mientras que las salidas por turismo al exterior acumularon una caída interanual de 32,4%.
El desplome de la actividad fue consecuencia del impacto de la crisis sanitaria internacional que paralizó la mayoría de las compañías aerocomerciales y la actividad ligada al turismo como agencias de viajes y hotelería.
En la comparación contra el mes anterior, el turismo receptivo disminuyó 52% en marzo, mientras que las salidas se redujeron un 57,1% en la misma comparación.
El Gobierno impuso restricciones al movimiento de compañías aéreas desde el 12 de marzo, por lo que las estadísticas tienen un impacto parcial y los registros seguramente se agravarán en abril, cuando la actividad turística fue nula por el aislamiento social.
El INDEC aclaró que para no discontinuar la estadísticas «realizó una modificación temporal de la metodología de estimación vigente para reflejar el comportamiento del turismo en el marco de la COVID-19″.
El organismo explicó que se utilizaron las salidas de residentes argentinos para estimar el turismo emisivo y las entradas de no residentes para estimar el turismo receptivo».
En marzo pasado se registró la llegada de 110.200 turistas no residentes a la Argentina, y en el primer trimestre del año llegaron a 663,0 mil personas.