La Patagonia argentina es conocida por sus imponentes paisajes, lagos cristalinos y montañas nevadas. Sin embargo, en lo profundo de sus bosques y montañas, se esconde un tesoro prácticamente desconocido para el turismo masivo: la Cascada Ñivinco. Este oasis natural, ubicado a tan solo 45 kilómetros de Villa La Angostura, es un destino secreto que brinda a los visitantes una experiencia única de conexión con la naturaleza prístina de la región.
La Cascada Ñivinco se encuentra en el corazón de la provincia de Neuquén, dentro del Parque Nacional Nahuel Huapi. Su nombre proviene del mapuche, la lengua de los pueblos originarios de la Patagonia, y significa «agua que corre por un lugar angosto». Esta descripción encaja a la perfección con el paisaje que rodea a la cascada, donde el agua se precipita desde una altura de más de 20 metros a través de un estrecho cañón, formando pequeñas piscinas naturales en su base.
Cómo llegar
Para llegar a este oasis escondido, los visitantes deben tomar la famosa Ruta Nacional 40, una de las rutas más panorámicas de la Patagonia. En el kilómetro 2113, encontrarán un pequeño estacionamiento improvisado, desde donde comienza una caminata de aproximadamente 3 kilómetros a través de un sendero de dificultad baja a moderada. El recorrido, que dura entre 30 y 45 minutos, transcurre entre los bosques de lengas y ñires, cruzando arroyos y siguiendo el curso de un río de aguas cristalinas.
Una vez que se llega a la Cascada Ñivinco, la recompensa es verdaderamente impresionante. La espectacularidad de la caída de agua, enmarcada por la vegetación exuberante y las paredes rocosas, crea un escenario digno de una postal. Pero la belleza de este lugar va más allá de la cascada en sí. En su base, se forman pequeñas piscinas naturales que invitan a los visitantes a refrescarse en sus aguas cristalinas durante los cálidos días de verano.
El entorno que rodea a la Cascada Ñivinco es un verdadero paraíso para los amantes de la naturaleza. El sonido relajante del agua, la sombra de los árboles y la serenidad del lugar crean un ambiente perfecto para descansar, hacer un picnic o simplemente disfrutar de la tranquilidad. Además, el área ofrece excelentes oportunidades para el avistamiento de aves y la observación de la flora autóctona.
Para quienes deseen explorar más allá de la cascada, existe la posibilidad de seguir el curso del río hacia arriba, donde se pueden encontrar otras pequeñas cascadas y saltos de agua, cada uno más hermoso que el anterior. Esta aventura adicional permite a los visitantes sumergirse aún más en la belleza natural de la Patagonia.
La Cascada Ñivinco es un destino ideal para aquellos que buscan alejarse del bullicio de los destinos turísticos más concurridos y conectar de manera más auténtica con la naturaleza. Su relativa falta de señalización y la caminata necesaria para llegar a ella la convierten en un lugar prácticamente desconocido para el turismo masivo, ofreciendo a los visitantes una experiencia más íntima y tranquila.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que, al tratarse de un área alejada y sin infraestructura turística, es esencial estar preparado. Llevar ropa y calzado cómodos, agua potable, algo de comida y una bolsa para la basura es fundamental para disfrutar de este oasis patagónico sin dejar rastro. El respeto por el medio ambiente y la preservación de la belleza natural del lugar son cruciales.
La Cascada Ñivinco es un tesoro escondido que ofrece a los visitantes la oportunidad de sumergirse en un paisaje de ensueño, lejos de las multitudes y rodeados de la majestuosidad de la Patagonia argentina. Una experiencia que seguramente quedará grabada en la memoria de quienes tengan la suerte de descubrirla.