La ciudad vive uno de sus inviernos más fríos

· 20 Jul 2020 ·
0 Comentarios

EL CHUBUT consultó a Oscar Frumento, profesional que se destaca como meteorólogo en su trabajo en el CESIMAR – CCT CONICET CENPAT, quien describió que, como se mencionaba anteriormente, hacia fines del mes de junio, el ingreso de aire frío provocó un descenso importante de temperarura, con registros extremos cercanos a -2°C.

“Este invierno es significativo, pero no excepcional. En climatología usamos el término ‘normal’ porque representa estadísticamente una distribución entendida como normal, que lo definimos así con datos de los últimos 30 años”, explicó Frumento.

Según registros de la estación meteorológica instalada en el muelle Almirante Storni, durante el último mes de junio la temperatura media fue 9,2 °C, pero en su última semana el valor medio registrado fue de 6,0°C, con valores mínimos entre 6,2°C y -1,7°C y valores máximos entre 12,7°C y 6,6°C.

Observando entonces la tabla publicada con esta nota, se puede desprender que el mes de junio fue climáticamente ligeramente más cálido que la media de los últimos 20 años. Sin embargo, de acuerdo a los registros, la última semana de junio fue significativamente muy fría (menos de 3°C respecto de la media).

Por otra parte, durante las primeras semanas de julio la temperatura media registrada en la misma estación fue 5,9°C, con valores mínimos registrados entre 0,4°C y 6,2°C y valores máximos entre 8,5°C y 4,0°C. Nuevamente comparando estos valores con los de la tabla se observa que este período fue relativamente más frío comparado con el valor medio del mes de julio.

“Las temperaturas son más bajas que el promedio, pero eso no quiere decir que no sean normales”, aclaró Frumento en diálogo con EL CHUBUT.

“Hay eventos mucho más importantes de inviernos que éste. Es cierto que es riguroso. Es un ingreso de aire frío, que permanece un largo tiempo y en amplia zona. Puede ser un caso extremo, pero no necesariamente excepcional ya que eventos como este han ocurrido en los últimos 30 años”, describió el profesional.

EL INVIERNO DEL ’95, UNO DE LOS MAS FRIOS

Al momento de hacer un repaso de algún invierno que haya quedado registrado en las estadísticas, o en el recuerdo, por sus bajas temperaturas, Frumento puntualizó la etapa invernal del 1995. “Los climatólogos lo tenemos registrados porque fue un invierno que estuvo en los registros internacionales. Sigue siendo el que tiene las temperaturas extremas registradas en Madryn, con temperaturas de 10° bajo cero”, recordó.

Respecto a la característica propia de la ciudad a la hora de analizar las temperaturas diarias, Frumento explicó que en Madryn, dentro de un conjunto de variables, se destaca su crecimiento y su cercanía al mar.

“Los registros que hacemos en el centro patagónico se ven un poco afectados por el crecimiento de la ciudad, que es más caliente que, por ejemplo, la meseta. Además, Madryn está ubicada al lado del mar, que en invierno tiene una temperatura de 14° aproximadamente. Cuando tenés esa temperatura, el aire alrededor del espejo de agua hace que no baje tanto la temperatura al mesclarse. Hace que la temperatura mínima no sea tan baja”.

Esto mismo afecta también a las posibilidades que puedan haber nevadas o no. Consultado al respecto por EL CHUBUT, el meteorólogo precisó que para que haya nieve, tenemos que tener un “evento de lluvia superpuesto con bajas temperaturas”, entre otros factores. Por otro lado, es cierto también que hoy en día los reportes climáticos son más extensos y más inmediatos, traccionados por las redes sociales. “Hace 20 años la nevada de Los Altares quedaba más desapercibida. Hoy un factor de reporte diario que afecta las lecturas de cómo está el clima”.

Vale destacar entonces que, a partir de lo previamente mencionado, se puede concluir que a pesar de la ocurrencia de un evento inusual como fue el ingreso de aire de origen polar que aún hoy persiste, las temperaturas registradas estos días, aunque ligeramente más bajas que los valores medios correspondiente, no revisten un carácter de excepcionalidad. “La sociedad es sensible a la ocurrencia de eventos extremos y en general tiende a exagerar la percepción de los mismo”, sintetizó Frumento.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *