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Cuando Carola Puracchio habla de Camarones, su voz se llena de orgullo. Este pequeño pueblo de la costa chubutense, bañado por las aguas del Atlántico, no es solo su hogar, es su inspiración.
“Cada plato que voy creando busca contar la historia de este paisaje, mi objetivo es que el sabor lleve a la persona directo a nuestro mar”, dice la chef y emprendedora, quien recientemente llevó esa esencia al prestigioso evento Cocina de Mar, en Mar del Plata.
Convocada por Pedro Bargero, chef innovador y jurado de Barón B, Carola fue parte de una celebración que reunió a grandes referentes de la gastronomía marina. “Fue un honor estar en esa cocina. Pedro es alguien a quien admiro profundamente por su visión y creatividad. Compartir ese espacio fue, sin dudas, una experiencia transformadora”, confiesa.
Camarones en cada plato
Fiel a su raíz, Carola diseñó un menú que llevó los sabores de su tierra natal al paladar de los asistentes. La entrada, un budín de algas con crema de covium, sorprendió por su simplicidad sofisticada, mientras que el plato principal, un salmón cocido con algas elaborado junto a los chicos de “Proyecto Pescado”, se convirtió en una oda al Atlántico. “Es importante que cada ingrediente hable de lo nuestro, que los comensales puedan descubrir en cada bocado la inmensidad y las riquezas de nuestro mar”, reflexiona.
Más allá de lo gastronómico, Carola busca generar conciencia. Destaca que muchas personas consumen algas importadas sin saber que las aguas de Chubut ofrecen alternativas frescas, saludables y sostenibles. “Nuestros recursos son inigualables, pero aún necesitamos valorizarlos y darlos a conocer”, afirma.
Un puente entre Camarones y el mundo
El evento fue una vitrina para los sabores de la Patagonia. A nivel personal, funcionó como una fuente de inspiración y aprendizaje para Carola. “Lo más lindo de estos encuentros es la generosidad del grupo. Compartimos ideas, técnicas, y me vuelvo con una mochila llena de nuevos conocimientos”, asegura.
Carola también aprovechó la ocasión para invitar a Pedro Bargero a conocer Camarones. “Le dije que se va a maravillar cuando vea nuestro mar. Estoy segura de que se enamoraría de este lugar”, detalló la chubutense.
Representar a Camarones no es solo un honor para Carola, es su misión. Desde los imponentes salones del Costa Galana hasta las playas solitarias de Chubut, su trabajo une dos mundos, mostrando que los sabores locales pueden ocupar un lugar destacado en la alta cocina.
“Representar mi tierra siempre es un honor. Este tipo de eventos me permiten mostrar lo que hacemos en Camarones y, al mismo tiempo, aprender y crecer. Cada experiencia me reafirma en lo que amo: cocinar, crear y compartir”, destaca, resaltando su pasión por unir el sabor del mar con la magia de la cocina.
“La cocina, al final, es un lenguaje universal. Y yo quiero que ese lenguaje cuente lo que veo todos los días: la belleza, la riqueza y la magia de Camarones”, concluye. Con cada plato, Carola sigue demostrando que la esencia de un lugar puede viajar lejos, mientras su corazón siempre vuelve al mar que la vio crecer.