Centro de Actividades de Montaña (CAM) La Hoya, en Esquel, suma este invierno a su propuesta de nieve una oferta gastronómica que va desde un domo sanguchero al pie del cerro hasta un comedor montañés a 1.850 metros de altura, más locales intermedios con bebidas y comidas para todos los gustos y niveles deportivos.
En La Hoya se pueden consumir snack, sándwiches, pizzas, platos de altas calorías para los deportistas extremos y cocina regional andino patagónica, lo que convierte a este CAM en un patio de comidas entre los cerros, informaron fuentes de Turismo de ese destino de la cordillera de Chubut.
En la base y junto al acceso a las aerosillas, este año se inauguró un domo donde se ofrecen productos de cafetería, minutas y sándwiches, que está abierto desde primera hora de actividades hasta que cierran el cerro al público.
En la cota 1.650 se instalaron cuatro concesionarios, que en un espacio techado, calefaccionado y con servicios sanitarios, exponen una oferta gastronómica variada y reparadora.
Se trata de tres food trucks y un drugstore, donde los turistas pueden consumir pizzas, empanadas, lomitos, sándwiches y hamburguesas, además de menús diarios de más calorías, como guisos de lentejas, pollo a la portuguesa, crepes salados y sopas a la crema con verduras.
En materia de bebidas, ofrecen jugos de frambuesas y arándanos de productores de la zona y aguas saborizadas y naturales, así como cervezas artesanales y vinos de diversas marcas, además de las alternativas de cafetería y pastelería.
Si bien cuentan también con comida vegetariana y ensaladas crudas, las fuentes señalaron que la sensación térmica, inferior a los 10 grados bajo cero, empuja a buena parte de los turistas a pedir menús calientes y sustanciosos que ayuden a hacerle frente al frío de la montaña.
A 1.850 metros sobre el nivel del mar se encuentra el tradicional Refugio del Esquiador, un comedor al que suelen arribar en aerosillas deportistas expertos y dispuestos a disfrutar las nieves de mayor altura de La Hoya, para reponer energía en un ambiente cálido y con una vista privilegiada de la cordillera.
Este establecimiento estilo montañés, con abundante piedra y madera, estufas a leña y grandes ventanales, recibe a diario a cientos de visitantes que hacen una pausa en sus experimentadas performances de nieve, para recuperar energías.
Allí se sirven platos como goulash de ternera con papas al romero, guiso de lentejas o tallarines al estofado, además de las tradicionales pizzas y pastas caseras, milanesas y supremas, papas rústicas y sándwiches rápidos.
Al ser el CAM La Hoya el centro de esquí con temporada más extensa del país, cuando el frío empieza a ceder con los albores de la primavera, el Refugio habilita su deck, una terraza al aire libre que se colma de sol y que se combina a tono con el paisaje cordillerano. (Télam)