Cerca de 150 personas que habitan la Isla Martín García comparten su vida en una de las pocas comunidades de la provincia de Buenos Aires que por sus condiciones de aislamiento no registró contagios de coronavirus desde principio de la pandemia, aunque sostienen «los mismos cuidados» mientras esperan el fin del aislamiento social para reactivar la actividad turística.
La Isla está ubicada en la confluencia del río Uruguay con el Río de la Plata, a unas dos horas en lancha colectivo desde el puerto de frutos del partido bonaerense de Tigre, y su territorio fue incluido en la jurisdicción del partido de La Plata, aunque su funcionamiento es administrado por la Dirección de Islas de la provincia de Buenos Aires.
La mayor parte de los isleños son trabajadores de distintos organismo públicos con delegaciones en Martín García como el correo, el Registro Civil, el hospital, la escuela a la que asisten 36 chicos, el destacamento de la Prefectura Naval Argentina, el aeródromo de la isla, o los guardaparques del Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) que cuidan la flora y la fauna de la Isla, declarada reserva natural de usos múltiples, reseñó Télam.
Además, la Dirección Provincial de Islas es la empleadora de los trabajadores radicados en la isla para todas las tareas de mantenimiento general y el funcionamiento de sus sistemas de infraestructura como la planta potabilizadora y la centra eléctrica.
María Elena Reus, que se radicó en la isla en 1989, contó a Télam: «Yo soy de Morón y mi pareja me propuso en aquel momento venirnos a vivir acá para trabajar en el camping, estuve ahí un tiempo y después empecé a fabricar artesanías para los visitantes; más tarde comencé a organizar los recorridos para los turistas y después de hacer un curso universitario hace quince años que soy responsable del Registro Civil de la isla».
«La verdad es que acá encontré mi lugar en el mundo, somos una comunidad a la que le gusta compartir mucho las celebraciones y que tenemos una historia en común que compartimos con los visitantes en el museo de la isla que estamos recuperando entre varios vecinos», agregó.
María Elena afirmó: «Nosotros seguimos por televisión y por lo que nos cuentan a través de redes sociales nuestros parientes y amigos que viven todo lo que pasa con el coronavirus allá, y la verdad que nos cuesta mucho entender a las personas que se oponen a las medidas de cuidado que proponen las autoridades; si hay que quedarse en casa es para cuidarnos entre todos, no podemos protestar por eso».
«Acá en la isla nunca tuvimos casos de coronavirus y nuestros pocos contactos con el territorio son las lanchas que van y vienen dos veces a la semana para rotar al personal del hospital y de Prefectura, pero de todas maneras asumimos el compromiso de tomar todos los mismos cuidados que se aplican allá como el barbijo, el alcohol en gel y el aislamiento», completó Reus.
Facundo, un estudiante de electrónica de San Telmo de 31 años que desde hace siete vive en la isla, contó a Télam: «Cuando vivía en la ciudad estudiaba electrónica y trabajé en empresas, pero a los 23 decidí venirme para acá porque tenía familia y sabía que podía radicarme para trabajar la tierra».
«Acá las casas son de la provincia de Buenos Aires que se las otorga a las personas que deciden radicarse, yo después de un tiempo trabajando acá en gastronomía accedí a una casa y a un pedazo de tierra donde estoy trabajando en una producción agroecológica de verduras con la idea de extenderla a cerca de una hectárea, lo que alcanzaría para todas las personas que viven acá», añadió.
«En la isla no tuvimos problemas con el coronavirus porque desde que comenzó el aislamiento se suspendió la visita de turistas, estamos esperando que esto se solucione para poder volver a recibir visitantes y yo en particular para poder empezar a cursar estudios en Buenos Aires», completó.
Patricia, pediatra del hospital de la isla, dijo que «en la isla no hay registro de coronavirus y es muy difícil que eso pase a menos que alguno de los que vamos y venimos al territorio lo traigamos con nosotros, de todas maneras la comunidad está muy concientizada y cumple con todos los protocolos».
El director de Islas de la Provincia de Buenos Aires, Eugenio Ligessmeger, dijo a Télam que «la principal actividad económica de la isla Martín García es el turismo, y antes de la pandemia podía llegar a recibir entre 400 y 500 visitantes en un día de fin de semana o feriado; pero la gran mayoría de los isleños trabajan para organismos públicos o son jubilados con lo que la suspensión del turismo no complicó tanto la situación».
«A los pocos isleños que no tenían un ingreso formal los ayudamos a todos a tramitar el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), y para reducir el contacto de esta comunidad con el exterior nos ocupamos de asistirlos con los cobros de haberes para traerles el efectivo y disponemos de las lanchas que alquila el Gobierno provincial para traerles las mercaderías que ellos normalmente saldrían a comprar», detalló.
«Cuando comenzó la pandemia entendimos que no podíamos permitir que el coronavirus llegara a la isla e inmediatamente activamos los protocolos de cuidado, el turismo se suspendió ni bien llegó el comunicado de la OPDS y desde el hospital de la isla, que lo estamos poniendo en valor, lanzamos una fuerte campaña de vacunación antigripal y de charlas de prevención para todos los habitantes», completó.
En el mismo sentido, la ministra de Gobierno de la provincia de Buenos Aires, Teresa García, afirmó en diálogo con Télam que «el Gobierno bonaerense tomó todas las medidas necesarias para prevenir los contagios de coronavirus en la isla y acompaña a la comunidad en sus necesidades, esperamos que lleguen las condiciones sanitarias oportunas para que todos podamos volver a disfrutar de esa isla que está llena de historia y es una reserva natural con muchos atractivos».