Otro fenómeno astronómico se podrá disfrutar durante mayo. Mientras en el mundo siguen las restricciones por la pandemia de coronavirus, el cielo nos regalará la lluvia de estrellas fugaces del cometa Halley, conocidas como Eta Acuáridas.
Esta lluvia de meteoros que proviene de la constelación de Acuario -de ahí su nombre- es conocida por su alto porcentaje de trazos tras pasar a más de 60 kilómetros por segundo.
Habitualmente es una lluvia muy activa cuando se observa desde los trópicos del sur. Su Tasa Horaria Zenital (THZ) es de 50 meteoros/h, pero baja a 10-30 al norte del Ecuador, marcan los astrónomos.
Pese a que arrancó el 19 abril, el fenómeno se extenderá hasta el 28 de mayo. Sin embargo, encontrará su momento de esplendor la noche del 5 al 6 de mayo.
Los expertos son más precisos y señalan que el pico de actividad está previsto a las 3:26 UTC del día 6. Aunque en estos casos, intentarlo la noche anterior y posterior al pico también es una buena idea.
Más allá de la constelación de Acuario, el origen de esta lluvia de meteoros proviene del famoso cometa Halley, al igual que las Oriónidas que se pueden ver en octubre. La particularidad de este cometa es que orbita alrededor del sol cada 76 años, y cuyo último paso por la Tierra fue en 1986.
Los científicos explican que el cometa, en su viaje, va desprendiendo unas partículas que conforman una especie de anillo repleto de fragmentos.
Cuando esa multitud de trozos pasan por la Tierra, los meteoros se «cuelan» en nuestra atmósfera a velocidades impensables por cualquiera.
Este 2021 es un buen año para las Eta Acuáridas. La Luna, con una fase del 27,1%, permitirá disfrutar del espectáculo, alertan los especialistas.
Esta lluvia se observa mejor desde el hemisferio Sur, ya que la constelación de la que emergen está más arriba en el cielo y por lo tanto cualquier meteorito se ve más fácilmente. En el hemisferio Norte, a menudo parecerán rozar el horizonte.
Para poder apreciar el fenómeno, hay que situarse en un lugar que no tenga tanta luminosidad y que no opaque la luminosidad del cielo. Se podrá ver sin utilizar binoculares o telescopios.
El Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) explica en una nota que las “lluvias de estrellas” son grandes espectáculos celestes que se producen por la colisión de pequeños fragmentos de cometas o asteroides con la atmósfera de la Tierra.
Las más populares son las Perseidas, que se dan en agosto; las Gemínidas, en diciembre, o las Cuadrántidas, en enero. De todas maneras, por año existen cerca de 40 de estas lluvias de meteoros ideales para estudia el Sistema Solar.