Los lugareños aseguran que el cerro Piltriquitrón emana “una energía muy especial, que mejora el estado de ánimo”. La leyenda viene desde hace un siglo, cuando El Bolsón “tenía más duendes que seres humanos” y hoy es un destino por excelencia del turismo holístico.
“Las montañas, el lago, los ríos, los árboles también tienen un ser de energía que los habita. Son los abuelos que están allí latiendo”, asegura Anabel Popol Brian, de Casa Isis, uno de los centros terapéuticos de mayor prestigio. “Algo hay, porque los visitantes aseguran que se van renovados y afirman que recuperaron la fuerza y la vitalidad”, valora la secretaria de Turismo de El Bolsón, Cristal Gutiérrez.
El Bolsón “es anárquico. Los que nacimos acá, miramos un tiempo a los recién llegados, ya que el cerro Piltriquitrón es quien elige a aquellos aptos para quedarse. Si lo estás, todo te fluye, pero si la energía no concuerda salís despedido y con una pata quebrada”, bromea Aluminé Honik, al frente de Lumina, un centro holístico donde trabajan 35 profesionales.
Los cerros de la Comarca Andina irradian “buenas vibras” como “una característica del lugar. La gente lo fue descubriendo y hay quienes tienen esa sensibilidad especial para percibirlo”, insiste Gutiérrez. “Con los años, y en forma natural, comenzaron a llegar más personas buscando estas alternativas holísticas a los problemas generados en las grandes ciudades por el estrés, el ritmo de vida o por estar permanentemente on line pero desconectados de nuestro mundo interior y afectos”, grafica.
Aclara que las propuestas del turismo bienestar “no son netamente terapéuticas, sino que tienen que ver con nuestra forma de vida. Quienes nacimos aquí y quienes nos eligieron para vivir, privilegiamos un contacto mucho más directo con la naturaleza, una existencia más pausada, dándonos tiempo para compartir con la familia y los amigos”.
En esta zona “fuimos los precursores de estas disciplinas, aún cuando hay otros destinos más desarrollados en el mundo. La ventaja comparativa es que acá no es marketing, ni es una moda; ya es parte de nuestra tradición y está inserto en nuestra idiosincrasia y sensibilidad celular”.
A las terapias sumó “la construcción natural, la producción orgánica de alimentos y una propuesta sostenible y sustentable de todas las actividades”.
Recordó que “se trabajó con el sector para desarrollar una carta de calidad, aprobada por el Concejo Deliberante, porque no había una institucionalización de las actividades terapéuticas y era el punto más controvertido. Es importante que sean profesionales reconocidos, nucleados en un emprendimiento que garantice seriedad y responsabilidad, con las habilitaciones correspondientes”.
Descanso, reflexión, búsqueda interior y relax son algunas de las experiencias que invitan “a vivir y sentir” los centros de terapias, alojamientos con spa y profesionales de la Comarca Andina .
Sanación reconectiva, meditación, registros akashicos, masajes holístico y tailandés, tai chi chuan, reflexología, yoga, reiki, terapia floral, tarot astrológico, acupuntura, chakra danza, masaje indio de la cabeza y masaje tai na son algunas de las propuestas que los visitantes pueden elegir entre las técnicas de relajación y depuración, terapias de curación y rehabilitación, productos y servicios ofrecidos por especialistas experimentados.
Todo ello “se complementa perfectamente con nuestra gastronomía de montaña, con productos orgánicos y con verduras recién sacadas de la tierra”, destacan. Resta aguardar la afluencia de visitantes.