En mayo pasado, el ministro de Educación, Nicolás Trotta, había dado una luz de esperanza cuando deslizó que los viajes de egresados de los alumnos que este año terminaban el ciclo secundario podrían realizarse a partir de septiembre.
Pero la expectativa se diluyó con el correr de los meses, y de esa posibilidad no se habló más. Ahora, con el fin de las clases y en medio de los preparativos para los actos de colación, resurgió la posibilidad, y según confiaron a LA NACION fuentes del sector de turismo estudiantil, la reprogramación de los primeros viajes ya tiene fecha estimada para fines de diciembre y principios de enero.
«Ahora que se abrió el turismo en Bariloche ya podemos empezar a planificar. El fin de semana pasado tuvimos una reunión con las autoridades de Bariloche y estamos en eso. Ya hay protocolos para todo el tema de las excursiones, los traslados; y se está previendo la parte sanitaria, todo lo relacionado con la asistencia al viajero y los seguros. No están las fechas exactas, pero las primeras reprogramaciones podrían ser para fines de diciembre y principios de enero», respondió Adrián Manzotti, responsable de Turismo Estudiantil de la Federación Argentina de Asociaciones de Empresas de Viajes y Turismo (Faevyt).
Manzotti recuerda que durante todos estos meses hubo muchas reuniones por Zoom con los distintos operadores del sector para discutir sobre el tema, y que alrededor de mitad de año ya se había estipulado que los viajes comenzarían a reprogramarse después de que comenzaran las clases presenciales.
También, en ese momento, el Ministerio de Educación había dado el ok con respecto a los cinco días libres estipulados para hacer el viaje. Algo que en esta época del año queda obsoleto, porque las clases ya terminaron.
Algunos grupos viajarán durante las vacaciones de verano, pero la necesidad de organizar un calendario escalonado para evitar aglomeraciones en medio del contexto por la pandemia del Covid-19 hará que las salidas se solapen con el inicio del ciclo lectivo 2021.
«El decreto presidencial que habilitó el turismo en el país también incluye al turismo estudiantil. Ahora son las agencias las que tendrán que trabajar con los destinos para reprogramar esos viajes. Todos los protocolos relacionados con hotelería, transporte y las excursiones tienen que ser cumplidos. Después cada destino tiene características particulares, y se deberá definir si hay actividades que se permiten o no, como las salidas a los boliches, tal vez con un aforo reducido -explicaron desde el Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación-. Otro de los destinos más concurridos por este público es Córdoba, que habilita el ingreso de turistas a partir del 1° de enero próximo; con lo cual también podrá comenzar a recibir a los grupos de estudiantes. Pero como los viajes deberán ser escalonados en todos los destinos, podrían llegar a extenderse hasta abril de 2021».
En el país existen unas 200 agencias de turismo estudiantil, aunque hay cinco grandes operadores que concentran la mayoría de los viajes. Las salidas de los egresados de la secundaria, originalmente, estaban programadas como suele suceder todos los años entre junio y septiembre. Los viajes de los más chicos, los que egresan de la primaria, se dan más entre septiembre y diciembre. Finalmente, las clases terminaron y ninguno de los más de 150.000 estudiantes de todo el país que ya tenían pago su viaje pudieron hacerlo.
«Los viajes de egresados son un componente central en la vida de los alumnos. Implica el cierre de 14 años de trayectoria escolar», había dicho Trotta en mayo pasado. Llegó diciembre, y no hubo ni viaje de egresados ni regreso a las aulas. La última decisión en algunos distritos fue la aprobación de los protocolos para los actos de colación. Aunque algunas escuelas, a pesar de la autorización correspondiente, decidieron celebrar el cierre escolar detrás de una pantalla, y despedirse por Zoom.
Micaela Vázquez Paz, de 17 años, es alumna del colegio Crear y Ser, de Castelar, y su curso tenía el viaje contratado para junio. Para ella, lo peor de todo no fue la postergación indefinida del viaje, sino el hecho de no haber estado en el colegio con sus amigas. «El último año es un momento que todos esperamos. Este año empezó todo remal. Hasta el día que se hizo el UPD (último primer día) llovió. Después, nos hicimos los buzos de egresados, y nunca nos los llegaron a entregar porque el local se atrasó con los pedidos y empezó la cuarentena», contó la joven.