Dentro de lo permitido, la industria turística argentina se va preparando para activar su oferta centrada, en un principio, en la recepción de los coprovincianos. Así se fueron estableciendo corredores seguros en las provincias con pocos o nulos casos de coronavirus, mientras que otras directamente se abrieron por completo a la actividad en su territorio con suerte dispar. Tal el caso de Jujuy que debió dar marcha atrás con el programa «Jujuy para los jujeños», suspendiéndolo por siete días, tras nuevos casos registrados en la provincia.
Por ejemplo en Salta, tras la aprobación de ocho protocolos destinados a los alojamientos, guías de turismo, centros de atención a visitantes y agencias de viajes, habilitó el turismo interno, con excepción de los municipios norteños de Orán y Aguaray. En el caso de La Rioja, los departamentos de General Felipe Varela, Chilecito, General Lamadrid y Vinchina abrieron al turismo un corredor interno libre de Covid-19, para que los vecinos puedan trasladarse entre esos destinos, que normalmente, son los de mayor movimiento de la provincia. Es el Oeste Grande y por el momento no incluye pernoctación.
En la provincia de Buenos Aires, desde los Tornquist, Adolfo Alsina, Coronel Suárez, Patagones, Saavedra, Puan, Coronel Dorrego y Coronel Pringles le elevaron al gobernador una propuesta de intercambio de visitantes que ayudaría a la recuperación económica de los prestadores locales. Santa Cruz, por su parte, constituyó el sector que une las localidades de Río Gallegos, Gobernador Gregores, Los Antiguos, Comandante Luis Piedrabuena, Puerto Santa Cruz y El Chaltén, para comenzar a funcionar cuando finalice la pandemia. El circuito creado une la parte sur de la RN 3 con la mítica Ruta 40 en la zona cordillerana, y en primera instancia será habilitado, con el cumplimiento de férreos protocolos de bioseguridad, sólo para los habitantes de esas localidades.
Además, tres parques nacionales patagónicos ya pueden ser recorridos por los vecinos, son el Lanín, Los Alerces y el Nahuel Huapi, ubicados en la Patagonia Norte, que ingresaron en un progresivo proceso de reapertura que supone la posibilidad de ser visitados solamente por habitantes de localidades aledañas, cumpliendo con estrictos protocolos. Para el uso de los parques termales, el Ministerio de Turismo de Entre Ríos elaboró un protocolo tendiente a establecer medidas de cuidado que hagan posible la vuelta a la actividad de los 18 centros de la provincia.
Y en Bariloche confían en que podrán desarrollar una parte de la temporada de invierno porque empiezan a abrirse alternativas de recibir vuelos y también de turistas de la región, con los trascendidos de que los vuelos de cabotaje podrían reanudarse antes de septiembre. “Estamos preparados para recibir turistas cuando se autorice la actividad porque tenemos muy desarrollados los protocolos para la gastronomía, los hoteles, el centro de esquí en el cerro Catedral y casi todas las actividades», según explicó el director Ejecutivo del Ente Mixto de Promoción Turística de Bariloche (Emprotur), Diego Piquín.
Es que la temporada de esquí en la Argentina aún no tiene fecha de inicio. La primera baja fue la de Las Leñas, cuyo concesionario anunció semanas atrás que no pensaban abrir (aunque ahora estarían reconsiderando la medida). Río Negro y Neuquén enviaron al Ministerio de Turismo de la Nación sus propuestas de protocolo para poder habilitar la temporada invernal en los centros de esquí, que incluyen el viaje, el hotel, las comidas y, por supuesto, la actividad deportiva. Más allá de que buscan paliar las millonarias pérdida económica que se sufrirían por la suspensión de las actividades (sin fecha cierta de retorno), cuesta imaginarse cómo será una escapada invernal en la que el distanciamiento social será la clave: estaciones de servicio con medidas de seguridad, rutas con controles de temperatura, restaurantes con pocas mesas y mozos a varios metros de distancia, y hoteles con medidas de higiene de un hospital, serían los elementos que marcarían el regreso a la actividad. Desde el gobierno neuquino estiman que la apertura podría ser en la segunda quincena de julio mientras que en Río Negro esperan sea antes. Los precios son algo que también se trabaja con cierto recelo. El año pasado una familia tipo necesitó al menos 60.000 pesos para pasar una semana en la nieve, si solo se estima la inflación para este año podrían necesitarse unos 90.000.
Por su parte Chapelco fue el único centro de esquí que ya publicó sus tarifas, esperando la bandera de largada provincial y nacional: El pase por toda la temporada Platino Full Day sale $ 46.500 para adultos y $ 37.200 para menores. Y lanzaron un Flexi Pass válido para invierno 2020 por 3 días consecutivos ó no, con excepción de temporada alta, por $ 4.700 y $ 3.700 respectivamente. Esto es para residentes neuquinos, informó el portal Weekend.