Precisamente, las vertientes de los arroyos Tigre, Blanco, Villegas, Pedregoso y Turco que bajan de las cumbres de los cerros Dos Picos y Tres Picos (los más altos de la provincia del Chubut), aportan en el lago Cholila los nutrientes para que las truchas sigan activas y voraces a esta altura de la temporada.
El famoso salmón encerrado, arco iris y fontinalis encuentran aquí quizás el último rincón del planeta para desarrollarse en estado puro y salvaje. “Son especies que se se han adaptado al ambiente con una genética silvestre desde su introducción -hace más de cien años-, sin repoblamiento ni piscicultura, manteniendo inalterado su carácter indómito”, aseguran los expertos. Se agrega la perca nativa, también con capturas interesantes.
Para ser que la razón de ser un destino privilegiado para los pescadores del mundo entero está en “la claridad, la luz y la transparencia del espejo lacustre, desde siempre asociadas a la pureza, que encuentran razón de ser en uno de los lugares más prístinos y naturalmente armónicos de nuestra Patagonia andina”.
El lago Cholila es la cabecera del extenso rosario de lagos y ríos que se van interconectando hasta confluir en el enorme río Futaleufú, que termina en el océano Pacífico atravesando todo el territorio chileno.
La salida hacia el lago Rivadavia es el río Carrileufu, ideal para una flotada de pesca por la tranquilidad con que corren sus aguas. Permite acceder fácilmente a las curvas, correderas y los pozones sombríos que esconden a las grandes piezas. El tamaño promedio de los peces oscila entre 1 y 1,5 kg con posibilidades de alcanzar algunos hasta los 2,5 kg. Es otro de los ambientes exclusivos hasta donde han migrado los salmones encerrados.
Una experiencia reciente del guía Federico Pratto refleja que “cuando el viento en la tarde aumentó, las moscas secas grandes hicieron una muy buena campaña, diría que mucho mejor que los streamers. El tamaño de algunas truchas fue muy bueno, sobre todo con algunas arco iris sumamente combativas. La flotada por el Carrileufú es un programa para recomendar sin dudarlo”.
Por su parte, el guía de pesca y prestador turístico de Cholila, Marcos Jaegger, recordó que “aquí el pescador tiene la posibilidad de disfrutar de cuatro lagos y varios ríos en pocos kilómetros y conlleva la oportunidad de practicar su deporte favorito en varios ambientes en pocos minutos”.
Entre las ventajas comparativas agregó “la particularidad de ser el único destino en Chubut que tiene el salmón encerrado, con excelentes piezas y muy codiciadas por los pescadores de todo el mundo”. ´
La práctica en la región está regulada por el Reglamento de Pesca Deportiva Continental Patagónico, que establece de qué forma se puede practicar y cuál es el límite diario de extracciones de piezas, si lo permite. La temporada es hasta el 1° de mayo.
En Cholila también están considerados “muy buenos pesqueros” los lagos Mosquito y Lezana, aunque comenzando el otoño las piezas de mayor porte se han obtenido en el lago Rivadavia, en el límite del Parque Nacional Los Alerces. En este espejo, toda la cuenca ofrece numerosas bahías reparadas o playas con juncos de aguas bajas, ideales para seguir intentando con todo tipo de señuelos.
Por estos pagos, “lo importante no es pescar, sino estar pescando”, aseguran los lugareños, para quienes también es fundamental “disfrutar de la mejor carne del mundo, en un asado con amigos”.
Además, el valle tiene el encanto histórico y romántico que dejó la banda del legendario Butch Cassidy, cuya cabaña se mantiene en pie. Para hospedarse, hay suficiente oferta de cabañas, hosterias y lodges con servicios para todos los presupuestos.