«La pandemia abre la oportunidad de tener corredores regionales», aseveró Gonzalo Pérez Corral, gerente general de JetSmart y las low cost podrían ser protagonistas de esta alternativa que se abre cuando las provincias buscan el modo de reactivar el turismo, una de las actividades más castigadas por las restricciones que impuso la cuarentena decretada el pasado 20 de marzo.
La conectividad aérea continúa siendo un desafío y una necesidad para aquellas provincias turísticas o con capacidad para desarrollar un potencial escasamente explorado en un contexto donde la pandemia tiene totalmente inactivo al sector.
Por esa razón, que los gobernadores estén analizando de qué modo reactivar a la industria puede ser una chance para que las low cost se posicionen en los llamados corredores regionales, es decir, vuelos que conecten distintas zonas de la Argentina sin pasar por Buenos Aires.
Si bien está claro para las aerolíneas que, cuando se trata de distancias menores a los 500 kilómetros, las personas prefieren el auto antes que el avión, Pérez Corral sostuvo que «sí es posible unir Neuquén con Salta, o el norte y el sur del país con Cuyo que, a su vez, se puede conectar con la Mesopotamia, porque son distancias que se pueden cubrir» por la vía aérea.
Por eso, consideró que «hay oportunidades para las low cost o para las aerolíneas que quieran cubrir esos tramos. En nuestro caso tenemos la ventaja de que somos flexibles y que nuestros aviones pueden posicionarse en lugares que no sean Buenos Aires», sostuvo.
El ejecutivo sostuvo que hay conversaciones con los gobernadores, los ministros de turismo, las autoridades de salud de manera constante para ver cómo viabilizar nuevas oportunidades, especialmente cuando hay provincias que dependen en un 35% o 40% de la actividad turística, hoy totalmente parada.
«Antes de la pandemia ya teníamos rutas que no pasaban por Buenos Aires», sostuvo el ejecutivo para quien «el país tiene todavía una mirada muy unitaria y se necesida una más federal», consideración que el propio presidente Alberto Fernández expuso este martes cuando, tras referirse a la nueva extensión de la cuarentena que, se espera, se definirá el próximo fin de semana dijo que » el problema central es que tenemos una mirada muy porteña». Frase que también aplica al turismo.
«Hay ganas y necesidad de tener lugares turísticos más seguros. Por eso las conversaciones se centran en generar eventuales corredores nuevos. Y esto es posible. Hay que ver también lo que pase en el mundo», insistió Pérez Corral.
El desafío de quienes participan de la actividad turística «es adecuarnos a los requerimientos de los próximos viajeros que, por un lado, darán prioridad a aquellos servicios que aseguren protección, seguridad y tranquilidad a todo el ecosistema. Y por otro, a los que ofrezcan mayor conectividad y adaptabilidad para cubrir los objetivos de sus estadías», consideró, por su parte, Patrick Mendes, CEO de Accor para Sudamérica.
¿Cuándo se volvería a volar?
Si bien la expectativa es que la actividad aerocomercial se retome a partir de septiembre u octubre y gran parte dependerá de qué decisiones tomen los consumidores, lo que se está viendo desde el sector es que «están apareciendo otras experiencias, hay muchos lugares que invitan a una mayor introspección y habrá que explorar qué experiencias impulsen otro tipo de turismo en la Argentina que reactive a la actividad y que tenga en cuenta los cambios que experimente el consumidor», sostuvo el ejecutivo.
El hecho de que haya provincias que tienen controlado el virus desde hace más de 15, 20 o, incluso 30 días, tal como sucede con Jujuy o con San Luis, y que ya se haya presentado un protocolo definitivo a nivel mundial para las aerolíneas, los operadores turísticos y los aeropuertos, alienta la posibilidad de que algunas decisiones puedan adelantarse e, inclusive, que se inicien actividades aercomerciales concretas antes de septiembre.
«Algo podría darse antes –se entusiasma Pérez Corral- Estamos hablando con todos los acotres involucrados. Queremos entender que existe la posibilidad y las provincias quieren competencia en el sector aerocomercial porque eso les permite a los pasajeros encontrar mejores tarifas». Una condición que también resultará clave en un contexto donde, si bien las personas continúan manifestando su deseo de viajar, las decisiones dependerán de su bolsillo.