La pintoresca puesta en escena, con acabados diseños en cada una de sus casillas y una opción rica y económica de un plato rápido, se fue convirtiendo en solo un par de años en un verdadero polo gastronómico de la ciudad.
Y eso, sin dudas, se dio gracias al empeño y al trabajo de sus emprendedores para mejorar sus instalaciones, perfeccionar sus platos y brindarle al público un buen servicio.
El ejemplo que quizás simboliza este trabajo es “Entre Panes”, un emprendimiento familiar que supo convertirse en uno de los puestos más reconocidos por el público, tanto por su cálida atención como por sus destacadas y variadas opciones para comer.
“Nos encanta venir acá, porque verdaderamente disfrutamos lo que estamos haciendo. Es un lugar donde la gente también muestra su gratitud a nuestro esfuerzo. Y eso está bueno, porque siempre estamos tratando de mejorar”, contó a EL CHUBUT Carlina Martínez quien junto a su pareja, Claudio Rueda, decidieron años atrás dedicarse exclusivamente al food truck.
“Sin dudas no todas las noches de verano hacen 25 grados, pero es el trabajo al que nosotros apostamos y el sacrificio que hacemos para seguir adelante. Por suerte la gente nos responde de buena manera”, agregó.
Claro está que durante gran parte del año los puestos estuvieron cerrados por la pandemia. Sin embargo, explicó Carolina, el tiempo sirvió para avanzar en cursos de alimentos y estudiar nuevas recetas para cuando se dio la reapertura.
“La idea siempre fue tener todo listo para cuando podamos reabrir y mejorar algunas cosas de ‘Entre Panes’. Hicimos cursos de panadería para elaborar nuestro propio pan, al igual que los cursos de manipulación de alimentos que dictó el Municipio”, recordó por su parte Claudio, mientras mostraba contento también las nuevas mesas y banquetas que hicieron para mayor comodidad del público.
Además, “en pandemia estudiamos nuevas recetas para sorprender a nuestros clientes, y ya estamos trabajando en las que vamos a presentar en invierno en ‘Entre Panes’”, adelantó Carolina. “También es un trabajo buscar buenos productos y que no se vea trasladado a los precios de los platos”.
Vale destacar también que, además que ninguno de los food truks pudo abrir en más de siete meses, debían continuar con el pago del canon por el lugar y tener los impuestos municipales al día.
“En marzo teníamos planeado participar también de las fiestas del valle, con la Muestra Agropecuaria en Gaiman, pero la pandemia frustró todos los planes. El futuro que nosotros apostamos como familia es este. Mis hijos están siempre ayudándonos y pensamos en poder ampliar ‘Entre Panes’ a un local el día de mañana”, finalizó Carolina, mientras observaba con disfrute cómo empezaba a llegar la gente al lugar, mientras el sol de Madryn caía frente a los food trucks.