Con gran acompañamiento de la comunidad, ayer viernes Santo la ciudad de Puerto Madryn volvió a ser protagonista en la realización del ya tradicional Vía Crucis Submarino.
La ceremonia estuvo marcada por los protocolos necesarios para poder realizarla, en el marco de la pandemia que el año pasado obligó su cancelación. La etapa terrestre tuvo su inicio en la Iglesia Sagrado Corazón de Jesús, pasadas las 18 horas. Desde allí se transitó por distintos momentos de reflexión hasta arribar a la cruz ubicada en el Muelle Piedrabuena, momento en el que se puso en marcha la etapa submarina.
Con la participación de buzos y kayakistas, en esta ocasión limitados en cantidad, se procedió al traslado de la cruz por las aguas del Golfo Nuevo.
Allí ya se habilitó el ingreso al Muelle Piedrabuena para que vecinos puedan apreciar y disfrutar del evento desde una mejor visión.
La procesión submarina culminó minutos más tarde con la salida a la playa del grupo de buzos que acompañaban la cruz. El cierre del Vía Crucis estuvo a cargo del Coro Estable Municipal, dirigido por el profesor Diego Lacunza.