A pocas semanas de haber comenzado el invierno, la nieve es la gran vedette de los principales centros de esquí del país. Así, tanto los complejos de Las Leñas y Penitentes, en Mendoza; Caviahue, Chapelco y Cerro Bayo, en Neuquén; Cerro Catedral y Laderas, en Río Negro; La Hoya, en Chubut, como así también el Cerro Castor, en Tierra del Fuego, lucen como en su mejor momento y, a excepción del primero de todos, cuyas autoridades ya confirmaron que esta temporada no abrirá sus puertas al público, el resto de los centros invernales que ofrece Argentina están a la espera de las novedades oficiales.
Es que todos están de acuerdo en que a medida que pasan los días el escenario para esta temporada es cada vez menos alentador teniendo en cuenta la actual situación que está viviendo el país ante la pandemia del coronavirus. Así, mientras en Río Negro ya se registraron más de 1050 casos positivos de Covid-19; en Neuquén, hubo más de 660; en Mendoza, más de 260, y en Chubut más de 190 casos, por último, en el caso de Tierra del Fuego, las autoridades sanitarias locales informaron un total de 150 casos positivos hasta el momento.
«Hay muchas ganas y desesperación por volver a esquiar. Por ejemplo, en Cerro Bayo, con estas grandes nevadas y al estar cerrado el complejo, los pisteros no hacen el trabajo, por lo que hay que tener cuidado. Hay pobladores de la zona que se acercan al cerro caminando y es muy peligroso, porque se tiran por cualquier lado», explica Torres García, titular de la Cámara Argentina de Esquí y Montaña (CAEM).
Según datos del sector, habitualmente unos 900.000 turistas visitan estos destinos de nieve cada temporada, lo que genera un impacto económico estimado en 30.000 mil millones de pesos, entre traslados, alojamiento, comidas y actividades en los centros de nieve, como renta de equipos, guiadas y lecciones. Por ese motivo, subrayó que en esta situación de crisis planteada por el coronavirus necesitarán de la ayuda oficial para poder hacer frente a los sueldos del personal temporario contratado. “Podemos hacer frente al pago de los salarios del personal fijo y del mantenimiento de los centros de esquí más allá de lo que suceda con la concreción de la temporada invernal, porque son costos fijos ya pautados, pero no podemos absorber la situación de los trabajadores temporarios si no hay actividad”, agregó.
Lamentablemente, da la sensación de que, salvo algunas contadas excepciones como parques de nieve o esquí que podrían abrirse para ser usados únicamente por los ciudadanos locales, la mayoría de los 18 centros de esquí que hay a lo largo y ancho de Argentina deberán apostar a próxima temporada invernal, esperando que, tal como está sucediendo estos días, la nieve vuelva a decir presente en gran volumen, reseñó el portal Weekend.