En las últimas décadas, la magnitud y las repercusiones de este problema han aumentado significativamente debido a que el esfuerzo y la capacidad de pesca en los océanos son cada vez mayores y a que los aparejos de pesca tienen mayor durabilidad.
Al hacerlos de materiales sintéticos más resistentes, son una amenaza para la fauna marina, incluyendo las aves, tortugas, focas y los cetáceos, que los ingieren o quedan atrapados en ellos. La inadecuada gestión del plástico en general y la costumbre de usar y tirar, han hecho que el mar se haya convertido en el gran vertedero de la basura plástica, bajo la premisa de que al no ver el problema, desaparece. Pero no es así.
Roxana Schteinbarg, co-fundadora del ICB, explica: “Actualmente esta problemática global también afecta al Mar Argentino. Por ello, La Roche-Posay Argentina estará apoyando el proyecto» Soluciones positivas para prevenir y reducir la contaminación plástica originadas por las actividades pesqueras en el Mar Argentino», que nos permitirá llevar adelante investigación científica -para detectar a través del monitoreo y la fotoiden-tificación las mayores amenazas para la especie-, gestión en los principales puertos del Mar Argentino -para fortalecer el recupero de redes de pesca, que causan heridas y hasta la muerte de ballenas por enmallamientos-, capacitación de tripulantes de embarcaciones pesqueras y sensibilización del público en general sobre la importancia de preservar los ecosistemas marinos”.
Cinco décadas de estudios continuos de la población de ballenas francas australes de Península Valdés en Chubut, han permitido al equipo de investigadores del Instituto de Conservacion de Ballenas generar evidencia científica sobre las problemáticas que enfrentan en su hábitat.
Las historias de vida de casi 4.000 individuos identificados nos alertan acerca de los impactos que las actividades humanas tienen sobre esta especie declarada Monumento Natural Nacional de Argentina.
Las ballenas son consideradas una “especie paragua”, pues toda acción que se toma para su preservación beneficia a muchas más especies. En Argentina, la ballena franca austral es una especie emblemática e indicadora de la salud de su ecosistema.
Es por esto que La Roche-Posay Argentina, con una mirada integral enfocada en la prevención, une sus esfuerzos al ICB apoyando el proyecto “Soluciones positivas para prevenir y reducir la contaminación plástica originada por las actividades pesqueras en el Mar Argentino” el cual se enfocará en 4 pilares de trabajo.