El golpe al turismo le dio de lleno a Puerto Madryn y por primera vez en 50 años no habrá avistaje de ballenas. Las consecuencias del coronavirus no solo afecta a los operadores, sino también a un nutrido grupo de gente que vive del turismo, la principal actividad de la ciudad del Golfo Nuevo.
Jorge Schmid es pionero en los avistajes de la ballena Franca Austral y con resignación, en diálogo con Clarín, lamentó el presente de la actividad. “Ya sabía que iba a llegar este momento. Pero es difícil resignarse a no verlas jugar en el océano. Vamos a extrañar las piruetas y los gritos de exclamación de la gente. Será la primera vez en 50 años que no vamos a salir en las lanchas ni siquiera para la gente de la provincia”, explicó el operador que comenzó a llevar turistas en 1970 de la mano del precursor y “rey de las ballenas” Mariano Van Gelderen.
Los enormes cetáceos que llegan a medir 14 metros y pesar 40 toneladas arriban a las costas de Chubut a fines de mayo y permanecen hasta mediados de diciembre.
La última temporada más de 100 mil personas realizaron avistajes y el 30 por ciento fueron turistas extranjeros.
Por la pandemia, el ingreso a la península está cerrado desde que comenzó la cuarentena obligatoria en marzo y a esta altura para los operadores la temporada está perdida. “Nosotros ya damos por perdida la temporada. Por más que los efectos de la pandemia vayan desapareciendo un poco. Si bien el turismo fuerte comienza en setiembre (cuando llegan los visitantes extranjeros, sobre todo europeos) no van a estar dadas las condiciones para salir al mar”, sentenció Schmid.