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La decisión del gobierno de Argentina de prohibir los vuelos comerciales hasta septiembre próximo por la COVID-19 pone en riesgo US$3.000 millones y 18.500 puestos de trabajo, afirmó el vicepresidente regional para las Américas de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés), Peter Cerdá.
El directivo regional de la IATA señaló en entrevista con Xinhua que la amplia extensión de la medida por parte del gobierno argentino es única entre las adoptadas a nivel global por más de 180 países y regiones.
«Se han impuesto restricciones, cuarentenas o cierre de fronteras, pero con extensiones cada 15 o 20 días, lo que ha permitido a la industria seguir sus operaciones comerciales, vender billetes, en el entendimiento de que si hay una extensión, la línea aérea tiene que tomar medidas con el consumidor», sostuvo Cerdá.
«En Argentina, el cierre de fronteras es hasta mediados de mayo, pero el gobierno ha emitido normas por las que no permite a la industria vender billetes hasta el 1 de septiembre», recordó el vicepresidente regional de la IATA.
Estudios del organismo indican que restricciones hasta mayo generarían un impacto de US$2.300 millones y pondrían en peligro 14.000 empleos, mientras que la extensión hasta septiembre arriesga US$3.000 millones y 18.500 puestos de trabajo.
«Con la medida se paraliza la reactivación del sector. Estamos tratando de llegar a un entendimiento para que no se imponga la fecha de septiembre para el comienzo de las actividades y nos vamos a reunir en breve para buscar una solución», dijo el entrevistado.
El ministro de Turismo y Deportes de Argentina, Matías Lammens, expuso el jueves ante la comisión de Turismo de la Cámara de Diputados que su cartera busca «adelantar la fecha lo más posible, ya que es importante por la conectividad y por el turismo».
«Pero todo depende de las recomendaciones sanitarias y de cómo evolucione el control de la pandemia», agregó el ministro.