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Qantas podría bajar el precio de los vuelos regionales a solo 19 dólares australianos (12 dólares americanos): con esta medida intenta recuperarse desesperadamente de la crisis generada por el obligatorio parate generado por el coronavirus.
La aerolínea se está preparando para el futuro de la compañía después de que la industria de viajes se detuviera cuando la pandemia de Covid-19 se intensificó en marzo.
El presidente ejecutivo de Qantas, Alan Joyce, dijo que en el futuro, la aerolínea sería muy diferente de lo que había sido anteriormente, con la posibilidad de una flota y una red más pequeñas debido a la menor demanda de viajes internacionales.
Además, sostuvo que la compañía está trabajando en formas de garantizar que los viajes nacionales prosperen tan pronto como se levanten las restricciones de viaje dentro de Australia.
«Buscamos estimular la demanda con tarifas aéreas baratas», afirmó el directivo ante el medio Daily Mail y lanzó la gran novedad: «Los precios de los vuelos de Melbourne a Sidney en la aerolínea económica Jetstar podrían caer a 39 o incluso 19 dólares australianos (US$ 12)».
“No nos cabe duda que es necesario un poco de estímulo para que gran parte del mercado viaje nuevamente”, dijo Joyce. “Seguiremos cubriendo nuestros costos de efectivo en esos vuelos”.
Sus comentarios se produjeron justo cuando la aerolínea se prepara para perder 40 millones de dólares por semana hasta que la industria de viajes se recupere de la pandemia.
Sidney-Melbourne es la quinta ruta con más tráfico a nivel mundial, con alrededor de 10 millones de asientos al año, según OAG Aviation Worldwide. Jeju-Seúl en Corea del Sur ocupa la primera posición, con 17.4 millones de asientos.
La aerolínea afirmó que tiene «suficiente liquidez para responder a una variedad de escenarios de recuperación, incluido uno en el que las condiciones comerciales actuales persistan hasta al menos diciembre de 2021».
Desde que se intensificó la pandemia, Qantas estuvo operando al cinco por ciento de su capacidad nacional y al cinco por ciento de su capacidad internacional.
«No sabemos cuánto durarán las restricciones de viaje nacionales e internacionales o cómo se verá la demanda a medida que se levanten gradualmente», declaró Alan Joyce.
Aproximadamente 25.000 de los 30.000 empleados de la compañía permanecerán en estado de alerta hasta al menos finales de junio.
Por su parte, Virgin Australia, la principal competencia de Qantas, entró en la administración voluntaria hace dos semanas, con una deuda de casi $7 mil millones.