Julián Gurfinkiel, CEO de Turismocity.com afirma: “por un lado, luego de tanto encierro, mucha gente va a querer viajar sumado a que encontrará precios bajos, pero por otro lado seguramente quede gente con miedo. La verdad es muy difícil saber qué va a pasar, hay mucha incertidumbre, pero seguramente la recuperación será muy lenta y la gente se decidirá por esperar”.
El turismo vacacional en la misma medida, especialmente el internacional también deberá cambiar y muy seguramente se verá afectado en aquellos lugares o destinos que permanentemente recibían a miles o millones de turistas al año. El turismo invasivo se debe evitar a toda costa.
Quizás autoridades locales, de gobierno y entidades deban comenzar a regular la capacidad de carga en playas, ciudades y lugares que en el pasado inmediato recibían más viajeros que los mismos habitantes que pudiesen tener. Y es que basta ver que en la actualidad, los lugares más afectados con el COVID-19 son aquellos que al tiempo registraban un número muy alto de visitantes: Italia, China (emisivo y receptivo), Estados Unidos, España, Ecuador, Brasil, países que parecieran ser víctimas de la que hasta hace unos meses era considerada la industria blanca y más limpia de la economía.