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Los 3 Km. de playas, el ancho de 400 y 600 metros en plena bajamar y las constantes ráfagas de vientos que atraviesan la región, son ideales para efectuar el deslizamiento de los carros a vela.
Este espectáculo entre carros, viento, mar y arenas es disfrutado no solo por las personas que realizan el deporte, sino también por curiosos y observadores que permanecen estupefactos sobre la costa, admirando la velocidad que estos vehículos desarrollan.
Se trata de autos con tres ruedas neumáticas, equipados con una vela que requieren gran habilidad para ser conducidos, ya que desarrollan velocidades de 180 Km/h sobre arena.
Al Faraón Amenembat II de la XII dinastía (2000 a. C) se le adjudica ser el precursor de este medio de locomoción con carruajes a viento, que eran empleados para movilizar tropas, pero a la actividad con una perspectiva deportiva, se la debemos a un belga que entusiasmado con las velocidades que se podían desarrollar con al viento, se vio motivado y comenzó a desarrollar distintos autos a vela o “windcars”.
El carrovelismo en esta zona se desarrolla durante todo el año, siendo los meses de octubre a enero los mejores, por ser la época más ventosa. En Argentina se corre la categoría F3, con 3 metros de trocha y 7,35 metros de vela.
Disfrutá del carrovelismo en las playas de Rada Tilly con el característico viento patagónico y la arena húmeda, circunscrito en un paisaje hacia los acantilados norte y sur que cierran la villa.
InterPatagonia