Las playas son extensas y en sus extremos los acantilados se introducen en el mar formando una maravillosa ensenada. Estos extremos de los acantilados forman dos hermosos miradores naturales, con Punta Piedras al norte y Punta del Marqués al sur.
Este sistema de miradores, de un promedio de 160 m.s.n.m., ofrece la posibilidad de contemplar un paisaje único: la inmensidad del mar por un lado, la infinita meseta patagónica hacia el oeste, el filo de los acantilados, con sus colores que marcan la diversidad geológica de su formación, y hasta un apostadero de lobos marinos, a pocos metros de Punta del Marqués.
El Museo Regional, dentro de la villa, permite ver colecciones de fósiles pertenecientes a los mismos vecinos y cedidas para su exposición al museo. Se puede visitar y la entrada es libre y gratuita.