Es una de las localidades que ha apostado a la producción vitivinícola que intenta replicar en Trevelin y Paso del Sapo con un proceso que se consolida mediante vinos frescos, naturales, afrutados y con la acidez propia de un clima extremo que marca influencia. “Las particularidades de los vinos hechos en Sarmiento son la acidez y frescura, la complejidad aromática y el carácter único que el terroir le confiere al vino. Son muy finos y elegantes”, resume Máximo Rocca, director comercial de Bodega Otronia.
El impacto del clima árido en el producto final es notorio y resalta un aspecto diferencial en el esquema de producción. “Hay heladas durante todo ciclo vegetativo, que se combaten con aspersión de agua. También hay fuertes vientos con velocidades de 100 kilómetros por hora. El clima, junto a la ubicación extrema permite tener una muy buena sanidad en las plantas, y poder producir vinos con certificación orgánica. Las bajas temperaturas permiten mantener una gran acidez natural, como también buena madurez azucarina y fenólica”, detalló a Jornada.
Para que el vino de Sarmiento sea reconocido fuera del país deben cumplirse algunos requisitos aunque la consigna de la Bodega es permitir que el clima y las características de la zona estén presentes como un componente clave ya que la fermentación alcohólica de las uvas orgánicas, se hacen con levaduras nativas propias del viñedo y de la zona.
“Para la vinificación utilizamos piletas y huevos de concreto y para la crianza se usan foudres de roble francés sin tostar de diferentes tamaños y años de uso”. Además de la comercialización en el país, se pretende exportar el vino de Sarmiento a los principales mercados de consumo de vino incluyendo Estados Unidos, Inglaterra, Suiza, Bélgica, China, Japón, Canadá y Brasil”, dijo Rocca.
En la región de Cuyo, Mendoza es la provincia más conocida de la Argentina en el exterior; sin embargo, la Patagonia ha ganado mucha popularidad en aquellos consumidores que buscan nuevas zonas vitivinícolas y vinos con características diferenciales debido a su clima y ubicación geográfica. Si hablamos de Chubut y de Sarmiento, hablamos de Patagonia sur, ya que estamos casi en el límite de la provincia de Santa Cruz”, agregó el director comercial de la bodega sarmientina, establecida en 2011 que presentará este año sus primeros vinos –Otronia 45 Rugientes y Otronia Block Series– en las ferias más relevantes del mundo.
La industria vitivinícola ha crecido mucho en Chubut, según Wines of Argentina, la provincia cuenta con una superficie cultivada de 79 hectáreas de vid diseminadas en varios lugares y 17 productores.
“Cada vez más se habla de Chubut como nueva región vitivinícola de la Patagonia y de la Argentina. El desarrollo de nuestros vinos en base a Viticultura de precisión, en búsqueda del mayor potencial que puede darnos este terroir”. Rocca define el vino chubutense hecho en los lagos como “frescos, frutados, y de muy buena acidez” lo que debido al clima y la latitud (45°) hacen que los vinos “tengan una firme acidez natural que les da un carácter especial y complejo. Sin duda permiten su crianza en botella, lo que nos permitirá ver su evolución y desarrollo, con el paso de los años. Hay que tomarse unos minutos y descubrir las múltiples capas aromáticas que los vinos de Otronia presentan en la copa”. Se procesaron alrededor de 30 mil botellas y se encuentran en reserva cuarenta mil litros.
Y este año se cosecharon alrededor de cien mil kilos de uvas para vinificar.
El polo vitivinícola crece al punto de que hay cinco empresas interesadas en invertir en Sarmiento con el sólo requisito de que se les garantice agua para riego, un condicionante productivo en el Valle dado que pone en marco la necesidad de contar con el azud derivador del Lago Fontana como una obra estratégica para el sostenimiento de la cuenca.
Diario Jornada