El «Día del Vino Argentino, Bebida Nacional» se celebró este domingo con festejos en distintas ciudades del país, con el surgimiento de diferentes zonas vitivinícolas, la transformación de la vitivinicultura local y un consumidor más informado que exige diferentes productos.
Para María Alejandra Bidaseca, de Winexperts de Argentina, «el diferencial de la propuesta nacional para ser reconocidos en el mundo y ‘embajadores culturales’, reside en el surgimiento de diferentes zonas vitivinícolas, la tipicidad y elegancia de los vinos».
«En los últimos años, el sector vitivinícola se ha transformado en una industria dinámica, por ese motivo los enólogos y sus equipos trabajan continuamente para lograr mayores estándares de calidad en la elaboración», comentó la experta.
Enólogos y empresarios valoran que actualmente exista un consumidor más informado que exige productos de mayor calidad, que disfruta y desea descubrir el vino desde otro lugar, en una búsqueda de diferenciación y dispuesto a experimentar. Gracias a la Ley 26.870 de 2013, el vino se instaló como bebida nacional, en reconocimiento a su valor cultural y su rol en la identidad de los argentinos.
«Ya no se venden productos, se venden experiencias», afirmó Bidaseca, dado que «las bodegas están reformulando sus propuestas a través de sus vinos y del enoturismo, atraer a nuevos consumidores, estar presente en los diferentes momentos de consumo.»
Para Noelia Torres, enóloga de Ruca Malen, «el vino argentino y la industria ha crecido mucho en la última década» y en tendencias actuales considero que «los cortes de vinos blancos y rosados, además de nuevas variedades, son la vanguardia».
Por otra parte, Santiago Mayorga, enólogo de Cadus Wines y Nieto Senetiner, comentó que «el vino argentino ha crecido en imagen de calidad, pero ampliando la frontera del Malbec y aumentando su diversidad».
Según Alejandro Roca, tercer generación de la bodega del mismo nombre ubicada en San Rafael, el vino “no es una bebida cualquiera”, por “el acompañamiento en las mesas de los argentinos, el trabajo que hicieron nuestros antepasados y su presencia en fiestas populares y hasta en la religión que le da mucho contenido sociocultural”.
Según un informe del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), el consumo per cápita de vinos por parte de los argentinos en 2018 fue de 18,3 litros. En la actualidad, la Malbec es la cepa más cultivada, colocando a la Argentina en el podio de la producción mundial con 43.000 hectáreas plantadas.
Del total de la producción nacional de vinos, 25% es exportada, mientras que el otro 75% restante se destina al consumo interno, posicionando a la vitivinicultura como el décimo complejo exportador del país, informaron desde el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación.
Las celebraciones comenzaron el jueves, cuando más de 1.700 personas asistieron al evento «Las Voces del Vino» en la Sala Sinfónica del CCK, con Pedro Aznar, Kevin Johansen, Hilda Lizarazu, Manu Sija, Ariel Ardit, Ligia Piro, entre otros músicos.
«Celebramos el trabajo continuo que venimos realizando, con esta cadena productiva para promocionar las virtudes del vino argentino», afirmaron desde la cartera agropecuaria, organizador del evento junto a la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar) y el Fondo Vitivinícola.
En Mendoza, la ciudad sureña de San Rafael dio inicio al ciclo de eventos del calendario Vendimial con la sexta edición de la ‘Fiesta Provincial de la Flor de la Vid’, una de las fiestas más representativas de la cultura del vino y la gastronomía regional; y se destacó el ciclo ‘Entre Copa y Copa’, un recorrido de degustaciones por distintos varietales que realizó La Enoteca.