Algunos eligieron tomar unos mates cerca del mar, otros hacer un poco de deportes con amigos, mientras que algunas familias se acercaron a la costa para disfrutar de una jornada atípica de invierno.
No solo la playa tuvo su gente, la rambla también fue protagonista y escenario de muchos que salieron a caminar con los chicos, con las mascotas, o simplemente para patinar o andar en bicicleta.
Fue un domingo invernal atípico y muchos pudieron «tomarse un rato» para salir del encierro de estos meses y disfrutar de la belleza de la villa balnearia, resaltó El Chubut.