Se promueve el avistaje de aves como nuevo producto turístico

· 31 Jul 2014 ·
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La Secretaría  de Turismo y Áreas Protegidas del Chubut trabaja en el impulso del avistaje de aves como producto turístico que permita variar la oferta de actividades para los visitantes; para ello se requiere de mayor conocimiento científico, promoción, difusión y concientización sobre los operadores de turismo respecto de su importancia para que ofrezcan el producto.
PARA LLEVAR A CABO LA INICIATIVA SE REQUIERE DE MAYOR CONOCIMIENTO CIENTÍFICO, PROMOCIÓN, DIFUSIÓN Y CONCIENTIZACIÓN SOBRE LOS OPERADORES DE TURISMO RESPECTO DE SU IMPORTANCIA PARA QUE OFREZCAN EL PRODUCTO.

Al respecto, el secretario de Turismo del Chubut, Carlos Zonza Nigro, indicó que “el avistaje de aves es un producto turístico que viene en crecimiento a nivel nacional. Las estadísticas indican que es un mercado potencial más que interesante teniendo en cuenta que hay 80 millones de turistas avistadores de aves en el mundo que gastan alrededor de mil dólares por día y son más de 20 mil extranjeros que llegan a Argentina exclusivamente por las aves”.
Asimismo, destacó que “en la ciudad de Trelew estamos impulsando esta acción a partir de un trabajo mancomunado con el EnTreTur (Ente Trelew Turismo) a partir de la laguna del Ornitólogo. Junto con la Isla de los Pájaros en Península Valdés, contamos con muchas especies de aves que hoy son un atractivo fundamental para el nicho especializado pero apuntamos a que sea más masivo, una actividad complementaria para el turista que llega en búsqueda de naturaleza”.
Así también, el funcionario provincial especificó que “en nuestro país la mayoría de los observadores de aves son extranjeros que llegan particularmente con ese interés. Sin embargo cada vez más argentinos se interesan por la actividad”.
De esta forma, Zonza Nigro manifestó que “es importante la promoción del producto pero también la conservación, de allí que estamos realizando un relevamiento de las aves en las próximas semanas”.
Chubut es uno de los pocos lugares en el continente donde las aves migratorias paran para alimentarse. Dado que estas aves migran por ventanas temporales muy estrechas, todos los años es necesario recorrer las costas de la Península a fin de evaluar las poblaciones de aves playeras, tarea que se realiza por medios aéreos.
Desde la Secretaría de Turismo y Áreas Protegidas, enmarcados en la política de conservación de los recursos,  se comenzarán las tareas de monitoreo y relevamiento del sitio Ramsar durante las próximas semanas, con la participación de Luis Bala, investigador del Laboratorio Humedales Utilizados por Aves Playeras Migratorias del CENPAT.
“El relevamiento implica diferentes actividades, entre las que se destacan el reconocimiento de las diferentes especies presentes en cada playa y estimar sus densidades”, indicó el investigador del CENPAT y añadió que “de esta manera, toda vez que se encuentre una bandada de playeros, al día siguiente puede realizarse un relevamiento por medio terrestre y así tomar otra información más precisa, como identificar individuos anillados, estimar su índice de condición que permite ponderar el tiempo que llevan en la localidad, y cuantificar más precisamente el número de individuos”.
La Secretaría de Turismo del Chubut prevé en el mes de junio realizar el Taller Regional Ramsar Patagonia para que todos los administradores de Sitios Ramsar de Patagonia expongan sus experiencias, compartan las lecciones aprendidas, y realicen una capacitación de planificación estratégica de Áreas Naturales Protegidas.
SITIO RAMSAR
En 2012, Península Valdés fue nominada Sitio de Importancia Internacional por la Convención de Ramsar sobre los Humedales y como sitio de Importancia Regional por la Red Hemisférica de Reservas de Aves Playeras (RHRAP), ambas distinciones se basaron en la importancia que revisten ciertas playas de la Península para sustentar poblaciones de diferentes especies de aves playeras que hacen su parada durante sus migraciones. 
Particularmente, se destaca el playero rojizo, especie que recorre anualmente entre 30 mil y 35 mil kilómetros al unir en viaje de ida y retorno, el Ártico canadiense y Tierra del Fuego. La Península Valdés y Trelew son uno de los pocos sitios de todo el continente donde hacen parada para alimentarse.

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