Las redes sociales funcionan en muchos casos como el registro de las vidas privadas de las personas y en los últimos meses, en los que la cuarentena obligatoria fue el marco general de los argentinos, algunas publicaciones de famosos e incluso de personas del propio entorno generaron sorpresa y confusión. ¿Puede alguien estar de vacaciones en el cerro Chapelco? ¿Y salir del país para visitar familiares o amigos? ¿Viajar a Miami a disfrutar del verano del hemisferio norte?
Si bien en el contexto de la pandemia de Covid-19 está claro que los viajes permitidos no tienen como finalidad trasladar turistas y las opciones disponibles son muy limitadas, no hay una prohibición explícita para vacacionar, por lo que la respuesta a esas preguntas puede ser un tanto ambigua.
En la Argentina no hay ninguna restricción para viajar al exterior. El dato clave al considerar esa posibilidad es si el país al que la persona se dirige le permite el ingreso. Por ejemplo, a Estados Unidos los argentinos pueden ingresar sin más exigencias que los que existían antes de la pandemia y a Europa, aquellos que tengan ciudadanía europea, entre algunas otras excepciones. En el caso de cumplir con los requisitos de ingreso, no es necesario demostrar el motivo del viaje ni tramitar un permiso especial, señaló La Nación.
Desde este lunes, sin embargo, es necesario completar al salir del país una declaración jurada electrónica en la que el pasajero da cuenta de que conoce la situación sanitaria del país y el mundo y, entre otras cosas, desliga al Estado de la responsabilidad de gestionar su regreso a la Argentina, si es que surge alguna complicación. Distinta era la situación de las personas que se quedaron sorpresivamente varadas en el exterior al comienzo de la pandemia, cuando el Gobierno decidió cerrar las fronteras de un momento a otro.
El otro punto central es cómo llegar al lugar al que se quiere ir, en un marco de servicios de transporte limitados, pero no completamente restringidos. Si bien los vuelos internacionales que están disponibles actualmente no son regulares, sino que continúan bajo un régimen de autorizaciones especiales, ya no están destinados exclusivamente a la repatriación de personas.
Los interesados pueden comprar los pasajes directamente en la web de las aerolíneas con vuelos autorizados. Por supuesto, la oferta de vuelos es muy limitada y no hay opciones de tarifas ni previsión a mediano plazo de las alternativas para regresar, dado que los únicos vuelos confirmados son los de septiembre. Además, a un pasajero que reside en el interior, se le suma la complejidad de llegar a Buenos Aires para abordar el avión.
Pero, si quisiera, un argentino con ciudadanía italiana o española podría tomar algunos de los vuelos disponibles a Europa. Por ejemplo, podría pagar US$783 por ir directo de Buenos Aires a Amsterdam en KLM el 24 de septiembre próximo o alrededor de 420 euros por volar a Madrid por Iberia a finales de mes, e incluso hacer luego las combinaciones necesarias para llegar a otro destino.
También está la opción de los vuelos privados, elegida en plena cuarentena por famosos como Susana Gimenez, Marcelo Tinelli, Lali Espósito y Adolfo Cambiaso, entre otras celebridades, en sus traslados dentro y fuera del país. Según contó a este diario Sebastián Chicou, creador de la plataforma de vuelos privados compartidos Jetsbooking, en el último tiempo viene realizando alrededor dos vuelos privados por mes entre Miami y Buenos Aires, que llena vendiendo butaca por butaca a una tarifa promedio de US$3500.
Respecto de quiénes pueden ingresar a la Argentina, el escenario es muy restringido: solo argentinos o personas que tengan residencia en el país. Los turistas extranjeros están descartados por el momento. Además, quienes ingresen al país deben firmar una declaración jurada en la que declaran su estado actual de salud para luego ser remitido a las autoridades sanitarias con competencia epidemiológica nacionales, provinciales y de CABA y se comprometen a cumplir con los 14 días de cuarentena obligatoria.
Dentro del país rige la prohibición para los traslados entre jurisdicciones, solo autorizada excepcionalmente por motivos laborales vinculados a tareas esenciales, regreso al lugar de residencia y otras necesidades muy puntuales. Sin embargo, en algunas provincias sí está autorizado el turismo interno, aunque sujeto a revisión permanente de acuerdo a la evolución de los casos de Covid-19. De hecho, en los últimos días la mayoría de las provincias volvieron sobre sus pasos y lo suspendieron, como fue el caso de Salta, San Juan y Tucumán.
La aceleración de los casos en en el interior del país generó que los circuitos internos habilitados para el turismo se fueran haciendo más acotados. Por ejemplo, el turismo interno está habilitado entre Ushuaia y Tolhuin, en Tierra del Fuego y también dentro de la microrregión para residentes de Villa La Angostura. Además, algunos centros de ski como Chapelco abrieron, pero solo para residentes de las ciudades aledañas. Otros como Las Leñas y La Hoya, decidieron directamente saltarse esta temporada.