Las terminales portuarias de Buenos Aires, Puerto Madryn y Ushuaia avanzaron en la confección de protocolos de bioseguridad para recibir turistas a bordo de cruceros a partir de octubre, fecha de inicio de la temporada en Argentina si se acaba la cuarentena por el nuevo coronavirus, informó hoy la Administración Portuaria de Puerto Madryn (APPM).
Los representantes de esos puertos mantuvieron una reunión virtual en la que unificaron criterios para crear normas de seguridad e higiene comunes para las tres terminales y que las mismas tengan relación con las que se aplicarán en el resto de los puertos de América.
El director Comercial de la APPM, Héctor Ricciardiolo, señaló que «la reunión fue importante para conocer los criterios que se están adoptando en otros países de América para la confección de protocolos sanitarios, algo que nos ayudará a crear medidas comunes para todas las terminales y los buques».
Ricciardiolo dijo que en el encuentro desarrollado el viernes último, en el marco de una reunión -también virtual- de la Asociación Americana de Terminales Portuarias, «notamos los grandes cambios que se deberán operar en los puertos para volver a recibir turistas a bordo de cruceros tras la pandemia de coronavirus».
Las terminales de Buenos Aires, Puerto Madryn y Ushuaia, donde la temporada arranca en octubre de cada año, recibieron a casi 500.000 turistas de cruceros en 2019 y, antes de la aparición de la pandemia de coronavirus, se estimaba que esa cifra llegaría a un millón en las próximas dos temporadas.
El turismo de cruceros, que está paralizado desde principios de marzo mueve en Argentina unos 90 buques por año, con cerca de 500.000 pasajeros, quienes gastan unos 700 millones de dólares. Según la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros, en 2019 estos buques transportaron a casi 30 millones de pasajeros, 2,5 millones más que en 2018, lo que marcó un crecimiento del 30% desde 2011
Tal como detalla Télam, debido a la pandemia del nuevo coronavirus, la facturación de esta industria se precipitó a cero en las 26 principales empresas a nivel global, que rondaba los 20.000 millones de dólares anuales.