Se viene un fin de semana largo en Argentina

· 21 May 2020 ·
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Este lunes 25 se conmemora en Argentina el Día de la Revolución de Mayo, que recuerda la constitución del primer gobierno patrio dentro del proceso de independencia nacional. Se trata de un feriado del tipo «inamovible».

En el marco de la pandemia del Coronavirus, además se informó que no habrá grandes actos oficiales para celebrar este día porque incluso en los lugares donde ya se permite hacer salidas recreativas, no están habilitadas las aglomeraciones de personas.

Tampoco será posible aprovechar el feriado para hacer una escapada de fin de semana largo a algún punto turístico, como es tradicional para muchos argentinos. La circulación por el territorio nacional se encuentra restringida al entorno barrial, excepto para trabajadores «esenciales», y solo la provincia de Jujuy habilitó la actividad turística pero para residentes exclusivamente.

En cualquier caso, las próximas fechas patrias en una instancia única, donde será necesario ejercitar la memoria pero en soledad o en familia.

QUÉ SE CELEBRA ESTE 25 DE MAYO

El feriado del 25 de mayo es oficialmente el Día de la Revolución de Mayo, que fue el punto cúlmine de los hechos de 1810 que luego llevaran a la conformación del primer gobierno patrio de la Argentina. Días atrás, había llegado al territorio de lo que entonces era el Virreynato del Río de la Plata, que el rey de España había sido apresado por Napoleón Bonaparte, dejando en jaque la autoridad española y al entonces Virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros.

Tras una semana convulsionada, el 25 de mayo de 1810 los criollos –hombres blancos y propietarios considerados entonces como representantes del pueblo- se reunieron en el edificio que hoy es el Cabildo de Buenos Aires a sesionar, como era costumbre para la época. El Cabildo era el epicentro político del Virreinato allí se decidían las cuestiones del bien común para los habitantes de las ciudades. Era la única autoridad local y tenían ciertas atribuciones para decidir sobre la recaudación de impuestos, el «buen gobierno», y hasta la justicia.

El 25 de mayo, el pueblo afuera, en lo que entonces era la Plaza Mayor (hoy Plaza de Mayo) pedía la declaración de independencia. Ni los niños, ni las mujeres, los pobres u hombres de otras razas no eran permitidos en las sesiones del Cabildo Abierto.  Todo parece indicar que el 25 de mayo de 1810 amaneció lluvioso y frío. Con ese clima, grupos de vecinos encabezados por Domingo French y Antonio Beruti se juntaron progresivamente frente al Cabildo a la espera de definiciones. Algunos llevaban en sus pechos cintitas azules y blancas, que eran los colores que los patricios habían usado durante las invasiones inglesas.

El Cabildo había convocado a los jefes militares y estos le hicieron saber al cuerpo a través de Saavedra que no podían mantener en el poder a la Junta del 24 porque corrían riesgos personales porque sus tropas no les responderían. La mayoría de la gente se fue yendo a sus casas y el síndico del Cabildo salió al balcón y preguntó «¿Dónde está el pueblo?». En esos momentos Antonio Luis Beruti irrumpió en la sala capitular seguido de algunos infernales y dijo «señores del Cabildo: esto ya pasa de juguete; no estamos en circunstancias de que ustedes se burlen de nosotros con sandeces, si hasta ahora hemos procedido con prudencia, ha sido para evitar desastres y efusión de sangre. El pueblo, en cuyo nombre hablamos, está armado en los cuarteles y una gran parte del vecindario espera en otras partes la voz para venir aquí. ¿Quieren ustedes verlo? Toque la campana y si es que no tiene badajo nosotros tocaremos generala y verán ustedes la cara de ese pueblo, cuya presencia echan de menos. ¡Sí o no! Pronto, señores decirlo ahora mismo, porque no estamos dispuestos a sufrir demoras y engaños; pero, si volvemos con las armas en la mano, no responderemos de nada».

Poco después se anunció finalmente que se había formado una nueva junta de gobierno. El presidente era Cornelio Saavedra; los doctores Mariano Moreno y Juan José Paso, eran sus secretarios; fueron designados seis vocales: Manuel Belgrano, Juan José Castelli, el militar Miguel de Azcuénaga, el sacerdote Manuel Alberti y los comerciantes Juan Larrea y Domingo Matheu. La Junta declaró que gobernaba en nombre de Fernando VII. Así lo recordó Saavedra en sus memorias. «Con las más repetidas instancias, solicité al tiempo del recibimiento se me excuse de aquel nuevo empleo, no sólo por falta de experiencia y de luces para desempeñarlo, sino también porque habiendo dado tan públicamente la cara en la revolución de aquellos días no quería se creyese había tenido particular interés en adquirir empleos y honores por aquel medio. Por política fue preciso cubrir a la junta con el manto del señor Fernando VII a cuyo nombre se estableció y bajo de él expedía sus providencias y mandatos».

En Buenos Aires, el ex virrey Cisneros y los miembros de la Audiencia trataron de huir a Montevideo y unirse a Elío (que no acataba la autoridad de Buenos Aires y logrará ser nombrado virrey), pero fueron arrestados y enviados a España en un buque inglés. Los hechos de la Semana de Mayo dieron lugar al establecimiento de la Primera Junta de Gobierno, considerado hoy como el primer gobierno patrio que tuvo la Argentina. Esto se celebra con el feriado inamovible del 25 de mayo cada año.

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