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Visitantes confiados en que habría vuelos, sin apuro, con familiares en la zona, trabajadores golondrina, o incluso personas que residían en la ciudad y al desatarse la pandemia, quisieron regresar a sus antiguos lugares de origen, entre las principales razones. Ya se fueron casi todos.
El secretario de Turismo municipal, Gastón Burlon, dialogó con El Cordillerano y señaló que se continúa haciendo un “enorme” trabajo, para que los turistas varados en la ciudad, puedan retornar a sus lugares de origen.
“Los turistas que siguen acá, es porque se confiaron que las compañías aéreas iban a volar y no lo hicieron. Incluso, ya nos habíamos comunicado con ellos, en algún momento se habían anotado en la plataforma y nos dijeron que no se iban en ómnibus. Nosotros tenemos todos los registros de llamados, las fechas, qué se les dijo, por lo que no pueden decir que mentimos. De todos modos, se les vuelve a dar una mano”, aclaró el funcionario.
“Hay otros casos, que son personas que se han relajado porque estaban en casa de familiares, de amigos, sin apuro para volverse, y que esperaban los vuelos de mayo o que le reprogramen los que tenían. Pero cuando se enteraron que recién en septiembre vuelven los vuelos de cabotaje, les agarró la desesperación y ahí se inscribieron en la plataforma”, describió.
Además, hay personas que habían llegado a Bariloche para hacer la temporada, probar suerte y ver la posibilidad de instalarse en la ciudad y también quedaron sin recursos económicos y sin la posibilidad de retornar.
Burlon mencionó que cada micro que se despacha, implica una tarea previa de gestión de conseguir todos los permisos para cada pasajero y que se abra una Terminal, se convoque a Salud, a Gendarmería, a la CNRT y se active un protocolo sanitario en cada localidad de destino.
“Y también hay mucha gente que vivía en Bariloche y que ahora se quiere volver a sus lugares de origen, como el caso de una familia que estuvo en la Terminal y querían regresar a Corrientes, ellos no eran turistas, se estaban volviendo, incluso llevaban cosas de una mudanza. De todos modos se hizo la gestión y se los trasladó a San Juan y desde allí se iban a Corrientes. Casos así también tuvimos muchos”, contó a este diario.
El secretario indicó que no es tan sencilla la operatoria para despachar colectivos desde la ciudad. “Hay que juntar la gente con un mismo destino, pedir los micros, las autorizaciones a sus lugares de origen y si la otra provincia o ciudad no los habilita, no se pueden ir. Y en muchos lugares nos han dicho que no quieren recibir a sus vecinos, contra eso no podemos hacer nada. Además, Nación sin el ‘ok’ de la provincia de destino, no te da el permiso. Hay gente que se queja, pero es su ciudad la que no quiere recibirlos”, comentó.
A la fecha, unos 8.600 visitantes dejaron Bariloche. Y restan unos 100, a los cuales se los continúa llamando, para ver si siguen en la ciudad, si encontraron otra solución o si están varados como al principio.
“Ningún destino ayuda para que los barilochenses vuelvan a esta ciudad. En cambio, nosotros estamos dando una mano para que los barilochenses vuelvan. Lógicamente cada uno se paga su pasaje, el Estado no los paga. Ningún municipio ni provincia está pagando pasajes para que su gente regrese, pero nosotros le damos la posibilidad de volver, hacemos las gestiones, pedimos las autorizaciones de los micros, y las habilitaciones a cada una de las ciudades”, añadió.