En los últimos días de mayo, en un recorrido exploratorio tres investigadoras avistaron un ejemplar de huemul en el Cerro Riscoso del Parque Nacional Los Alerces. El singular acontecimiento encontró a estas tres mujeres, realizando un monitoreo de la especie para un relevamiento poblacional. También encontraron rastros de una cría.
El huemul o ciervo sur andino es el cérvido más austral del mundo. Vive entre Chile y la Argentina, es un mamífero en peligro de extinción y en 1996 fue declarado como Monumento Natural por la Ley Nacional 24702. Está protegido en los parques nacionales Los Alerces, Nahuel Huapi, Lago Puelo, Perito Moreno y Los Glaciares.
Peregrino de las montañas, “shoam” para los tehuelches, “güemul” para los araucanos, el huemul ha sido protagonista en la vida de los pueblos originarios de la Patagonia, cuando habitaba no sólo la cordillera andina, sino también los pastizales subandinos.
En la actualidad, dentro del Parque Nacional Los Alerces, al vivir de manera silvestre, es un animal que no suele huir al ver a una persona cerca. Sí mantiene una prudente distancia y comienza a alejarse lentamente, lo que permite, en caso de poder avistarlo, sacarle buenas fotos, observarle con atención y tomar nota de su comportamiento.
Los monitoreos a los que estaban abocadas personal técnico y guardaparques que pudieron observarlas recientemente, se realizan dos veces al año para dar cuenta del estado de conservación de este animal característico de la región. Un par de fotos bastaron para registrar a esta hembra que, al advertir la presencia de las mujeres, se quedó mirándoles de frente, erguida y atenta.
El paciente arte de observar
En estos días, en el marco del aislamiento preventivo dispuesto para evitar la propagación del Coronavirus, el Parque Nacional Los Alerces tiene cerradas sus puertas al público. Sin embargo, muchas de las tareas vinculadas a la protección de sus especies animales y vegetales se sostienen. Una de ellas es precisamente la del monitoreo de huemules, que se lleva adelante en el Cerro Riscoso, que tiene unos 1921 metros de altura y se halla en cercanías del paso de la Ruta 71, a orillas del Lago Futalaufquen.
Estos monitoreos comenzaron a realizarse en 2004 y se han sostenido de manera ininterrumpida, identificando el estado de la población de los huemules en este cordón montañoso. Los investigadores relevan parcelas que están identificadas y donde se toma nota de marcas que dan cuenta del paso de ejemplares de huemules: pisadas, pelos, rastros en la vegetación. Se miden distancias y se analizan los indicadores para sacar conclusiones, que permitan estimar el número de machos, hembras y crías que habitan el lugar. Estos datos poblacionales son considerados por la administración del Parque Nacional, a la hora de tomar decisiones sobre la conservación de esta especie.
La observación directa del huemul no es común. A veces pasan meses entre un avistaje y el siguiente. Se los ha visto cuando hay nieve en la parte alta de la montaña y también en la costa del lago, más no es sencillo poder cruzárselos en el camino. Los investigadores del Parque Nacional Los Alerces saben que se trata de una especie nativa del Bosque Andino Patagónico, que es muy hábil en la montaña, que camina por todo el cerro, que puede cruzar zonas pedregosas, saltar con elasticidad, nadar y que su pelo le sirve tanto de aislante térmico como de flotador en el agua, señaló Radio Del Mar.