La Meseta de Somuncurá, en Río Negro, ofrece un paisaje único para los amantes del turismo aventura, con cráteres volcánicos, picos imponentes y una vasta área protegida llena de historia y misterio.
La Meseta de Somuncurá, situada en la provincia de Río Negro, es uno de los destinos más impresionantes para los aficionados al turismo aventura en Argentina. Con una geografía marcada por la actividad volcánica de hace más de 40 millones de años, este inmenso complejo abarca 27.000 kilómetros cuadrados de área protegida y es reconocido tanto por sus paisajes como por sus leyendas.
El entorno natural de la meseta ofrece una experiencia de exploración única, con cráteres antiguos, profundos cañadones, enormes paredones y lagunas que se iluminan de manera espectacular al atardecer. La tranquilidad de este lugar, interrumpida solo por el viento y alguna señal de presencia humana en los remotos puestos, brinda un viaje introspectivo para quienes buscan desconectarse y desafiarse en un entorno aislado.
Los aventureros pueden escalar picos que alcanzan los 2.000 metros, desde donde se obtienen vistas incomparables de praderas interminables. Sin embargo, el acceso a la Meseta de Somuncurá no es sencillo. Se recomienda utilizar vehículos 4×4 y contar con guías locales para explorar la zona. Las excursiones disponibles incluyen caminatas, cabalgatas, safaris fotográficos y avistaje de fauna autóctona, donde se pueden observar especies como guanacos, águilas, flamencos, y las particulares mojarras desnudas y ranas de Somuncurá.
Este destino no solo destaca por su entorno natural. También es posible conocer más sobre la cultura local a través de circuitos que incluyen la producción de lana y artesanías, promovidos por la Cooperativa Gente de Somuncurá.
El acceso a la Meseta de Somuncurá es a través de la localidad de Los Menucos, ubicada a unos 478 kilómetros de Viedma. El trayecto incluye un recorrido por la Ruta Nacional 3, Ruta Nacional 23 y Ruta Provincial 8, en un viaje que lleva a uno de los destinos más inexplorados y fascinantes de Argentina.
Fuente: Ámbito Financiero